*Especial, por Naty Cico, abogada y mentora en gestión del tiempo, productividad y metodologías agiles – creadora de @organiz.hadas
Uno de los motivos por los cuales no dormimos lo suficiente ha sido denominado «procrastinación del sueño» o «venganza o revancha del sueño». Cualquiera sea la denominación que se adopte, el significado es el mismo. No es el título de una película de terror (aunque tu cara al otro día en la oficina pueda verse así).
Son las 23.00 horas y ya deberías estar durmiendo. Te ocupaste de incontables obligaciones a lo largo del día, cumpliste con tus tareas y con las de otras personas, pero no hubo mucho lugar para recrear tu mente o divertirte ¿Qué hacés, entonces? Te vengás con el sueño. En vez de dormir, te ponés a ver memes, reels, un capítulo más de la serie… hasta que te das cuenta de que es tardísimo.
¿Pero de qué se trata? Haber tenido un día ocupado, inflexible y lleno de obligaciones y responsabilidades hace que, llegada la noche, en el momento en que tenemos que descansar, le digamos a nuestra mente: «Ahora soy yo la que manda. Me voy a quedar despierta haciendo cosas que disfruto». Es una forma de recuperar el control, ya que durante el día te viste obligada a cumplir con incontables tareas y pocos momentos de goce y ocio.
Hay una bronca interna y una sensación de frustración por sentir el día «perdido» porque no hicimos nada de lo que realmente hubiésemos querido hacer. Tratamos de recuperar al menos un poquito de esa autonomía que perdemos en medio de la montaña rusa de vida a la que nos subimos.
Y es que a simple vista pareciera inofensivo. «En algún momento hay que recrearse», me dirás. En definitiva, no estás tomando revancha con el sueño, sino con vos misma, si no descansás las horas que tu cuerpo necesita para recuperarse.
Esto deviene en una jornada improductiva, con cansancio y falta de creatividad, que a la larga puede afectar tu salud y tu rendimiento laboral. Así, entramos en un círculo vicioso de no descanso, no disfrute y revancha tardía de lo que deberías haber hecho durante el día y no pudiste.
Pero no todo está perdido, hay una luz al final del túnel. Podés superar la procrastinación por venganza antes de dormir estableciendo una rutina nocturna específica y organizando tu jornada diaria. Si tenemos un momento de ocio durante el día, no habrá necesidad de venganzas, lo cual repercutirá en el sueño y en tu salud.
Tips para descansar mejor:
- DORMIR 8 HORAS DIARIAS: Un día sos joven, y al otro día te das cuenta de que no era broma lo de dormir 8 horas diarias. Cuando empieces a ver los beneficios que eso trae a tu vida y lo bien que te sentís anímica y productivamente, se va a transformar en tu materia no negociable.
- NO LLEVES TU CELULAR A LA CAMA: Podés poner una alarma que te indique el inicio del ritual del sueño, al menos dos horas antes de dormir. Dejalo lejos para evitar tentaciones.
- ELEGÍ SERIES ALEGRES Y LIVIANAS ANTES DE DORMIR: Y comprométete con vos misma a ver solo un capítulo y apagar el televisor cuando termine.
- CENAR MÁS TEMPRANO: Al principio te parecerá que el día se acorta. Pero luego verás que importa más la calidad que la cantidad de las horas del día. Y estar en modo “walking dead” no es estar despierto.
- OPTAR POR UN LIBRO: Los hábitos se construyen a base de repetición y algunas ayuditas. Podés dejar el libro preparado en tu mesa de luz y establecer de antemano cuántos capítulos vas a leer. Lo fundamental es que seas fiel a tu palabra.