Ediciones Digitales
*Especial, por Laura Luz Valverde
Clásico de los clásicos utilizado por diseñadores como Coco Chanel, las rayas nunca pasan de moda. Así, este año vuelven a reinventarse. Pero ojo, que estas se destacan por su uso estratégico en cortes que favorecen la silueta, jugando con la percepción óptica y la psicología del color.
Por lo tanto, a la hora de introducirlas en tu vestimenta diaria hay que estar atentas. Por ejemplo, las prendas con rayas verticales son infaltables en el armario de los conocedores de la moda ya que generan la ilusión óptica de estilizar.
Si es en pantalones, la sutilidad con la que las rayas descienden a lo largo de las piernas crea una continuidad visual que elonga.
Por su parte, con los vestidos de rayas verticales sucede lo mismo: alargan y estilizan la figura.
Lo que hay que tener el cuenta es el tamaño de las rayas con respecto al tamaño del cuerpo que las usa. Tiene que ser proporcional al mismo: ni muy finas ni muy gruesas para buscar el efecto deseado. Además, si son bien finitas funcionan casi casi como un color liso.
Por su parte, las horizontales ensanchan la figura. Igualmente, funcionan muy bien en remeras y tops, otorgando un punto de interés en la parte superior de los looks.
En cuanto a la estampa en si misma, si las rayas son en blanco y negro quedan bien con colores lisos y hasta con otras estampas, como el animal print o estampados botánicos y de flores.
En tanto, si ambas colisionan en un mismo look, el resultado es audaz . Esta fusión de líneas añade dimensión de movimiento.
Looks de inspiración
