Por Julieta Fantini/ tw: @julifantini
El escándalo por el uso de datos de Facebook por parte de Cambridge Analítica trajo a colación una serie de mitos y realidades que hace años dan vuelta respecto a la privacidad en Internet.
La consultora está especializada en la recopilación y el análisis de datos para la creación de campañas publicitarias y políticas que, de acuerdo a lo que se denunció, intervino prácticas de la compañía para influir en elecciones políticas que iban contra de las normas de Facebook.
Lo anterior llevó a una serie de confirmaciones respecto a lo poco privada que es la red y, sobre todo, los comportamientos abusivos de las compañías detrás de redes sociales.
En el medio, surge la pregunta sobre las responsabilidades cuando, como usuarios, aceptamos las condiciones de usos de nuestros datos de cualquier red social.
En ese sentido, para Javier Pallero, especialista en Derechos digitales y Políticas públicas e Internet, “hay responsabilidades compartidas, uno es responsable en la medida que acepta ciertos términos de uso -el contrato que se firma- para tener el servicio. Y entre esas reglas del juego está que ellos puedan usar la información que uno genera para poder vender publicidad a terceros, a través de anuncios personalizados”, advierte.
A su vez, agrega que la empresa también es responsable: “Se ha demostrado que tanto Facebook como otras empresas del rubro se exceden en el uso de esa información. Por ejemplo, Facebook hace perfiles de personas que no son usuarios y junta su información. Otras veces recopilan más información de la que dicen y también pasa que no borran lo que dicen que van a borrar”.
– Cuando hablamos de información, ¿cuál es la que recopilan y de qué manera la usan?
-Si bien la información individual tiene valor, se vuelve más valiosa cuando se entrecruza con otros datos. Cuando pensás en datos personales, lo primero que surge es el nombre, apellido y documento. Pero, hoy todo lo que hacemos deja una huella digital, en el sentido de electrónica. Cuando vos andás con tu celular, dejás un mapa de tus recorridos. Cada mensaje que mandamos deja un registro de con quién nos comunicamos, cuánto tiempo hablamos con esa persona, donde estoy cuando lo hago… De hecho, el teléfono marca hasta la altura en la que estás.
Las empresas grandes que recopilan esas huellas, generan este análisis cruzado, que también se le llama big data: examinan grandes cantidades de datos y los cruzan para encontrar patrones. Lo hacen a través de una inteligencia artificial, un programa.
-Se habla poco de Google. Sin embargo, también te expone todo el tiempo esa información que recolecta, ¿cuáles serían, en este marco, las estrategias para protegerse, sin salirse de todo?
-Sí, Google también maneja esta economía de los datos, de la atención, que recopila información a mansalva para darle un uso que se pueda monetizar. De todas maneras, no venden los datos, sino que los recopilan y venden la posibilidad de anunciar publicidades.
Y para protegerse, es difícil dejar de usar la tecnología pero se pueden explorar mejores alternativas. Existen otras tecnologías que respetan un poco más los derechos de los usuarios. Se usan poco, no hay nadie.
-Y por el lado de las configuraciones de privacidad, son difíciles de abordar y no están tan visibles…
-Facebook, por su parte, prometió hacerlo más accesible. De todas maneras, Facebook va a seguir recopilando la información. Lo que sí podés hacer es tener mucho cuidado con las aplicaciones que te bajás. Algunas te piden usar el logueo de Facebook para acceder, por ejemplo, Tinder. Al hacer eso, dejás que Tinder “chupe” datos, y así hay muchas. Así fue como Cambridge Analítica sacó los datos de Facebook, legalmente.
-En este marco, ¿cómo es el vínculo con Whatsapp?
-Tanto Whatsapp como Instagram son propiedad de Facebook y están integradas, comparten toda la información. De hecho, Mark Zuckerberg explicó que comparten menos, pero sí el número de teléfono y el nombre, por ejemplo. De hecho, Facebook compra Whatsapp para hacerse de millones de números de teléfono de sus usuarios. Aun así, la amenaza más grande hoy es Facebook y los rastreadores. Usar bloqueadores de anuncios también funciona.
-En el caso de la protección de datos personales en Argentina, ¿qué sugerís en caso de que alguien quiera ejercer sus derechos frente al avance de estas aplicaciones?
-En principio, cualquiera puede acceder a la información tuya que tengan, a revisarla y a pedir que si esa información es irrelevante, excesiva o errónea, que se borre o modifique. Se puede hacer sin intervención de abogados, a través de una nota, solicitándolo.
Algunos controles posibles (sin bajarse de nada)
- Siempre con antivirus actualizado, en PC y móvil.
- Revisar las configuraciones de privacidad de las redes sociales.
- Usar bloqueador de anuncios.
- Instalar VPN en el teléfono y en la computadora personal.
- No loguearse en aplicaciones con el perfil de las redes sociales.
- Aprender a inhabilitar remotamente sus dispositivos.
- Tomarse en serio las contraseñas.
- Y, finalmente, sea en una red doméstica o laboral, nunca está de más recurrir a un profesional de la informática para que cuide de los datos.