Sus comienzos en el mundo del diseño: “A los 19 años empecé haciéndome mi propia ropa porque desfilaba en Mannequins y me encantaba llevar ropa diferente. Compraba géneros y me fabricaba mi propia ropa. Siempre tratando de diferenciarme del resto. Después viaje una vez a Santiago del Estero –mi papá es de allá–, me fui a vivir un año y ahí encontré una casa de telas árabes que me encendió totalmente la creatividad. Con esas telas me hice una colección para mí y ahí me vio en Mannequins un chico dueño de uno de los locales y me preguntó dónde había comprado la ropa; le dije que me la había hecho yo y me pidió que le hiciera para su local y así empecé”, nos cuenta Silvina.
“Las ganas de emprender estaban intactas así que a mi regreso de Santiago del Estero, pedí un crédito, armé mi propio taller, empecé a hacer ropa y desde ahí nunca más paré. Fue un amor desde siempre, desde chica y siempre me gustó la mezcla, desde mis abuelos tengo una rama siriolibanesa. Por eso el dorado, por eso la mezcla y los géneros”, detalla la diseñadora.
“Después conocí a Andrea Livi y creamos ‘Livi y Ledesma’, tuvimos un local en la galería La Fontana durante tres años, luego ella se fue a vivir a Europa, yo me quedé con la marca y le puse ´Silvina Ledesma´ porque me quedé sola. Y así hace 26 años que tengo la marca y creció un montón, creé la empresa mayorista, la venta online y ahora tengo dos locales de ´Silvina Ledesma´”
“Ahora concentré todo en el diseño y no tanto en la cantidad, sino más en lo exclusivo”
Si de inspiración hablamos, quién no escuchó hablar o alguna vez visitó las tiendas de ropa usada de Nueva York: “Me encanta viajar, me abre la cabeza, me gusta ir a Nueva York y a las tiendas de ropa usada, de ahí saco muchas ideas”
Proyectos a futuro
“Mi sueño es vender en el exterior, de hecho ya vendo en Ibiza y en México, pero me gustaría potenciar más esa salida ya que me encanta hacer verano, es lo que más me gusta. Soy feliz con lo que tengo y me considero una privilegiada de trabajar en lo que amo”.