*Especial, por Alejandra Nigro
El climaterio en la mujer se inicia a los 35 años, momento en el que comienza la declinación gradual y progresiva de la función ovárica. Es un proceso natural donde aumenta la incidencia y prevalencia de patologías metabólicas, oncológicas y endocrinológicas.
Entre los síntomas de esta etapa, se destacan los sofocos, angustia, depresión, irritabilidad, insomnio, labilidad emocional, disminución del poder de concentración, llanto fácil y disminución de la líbido.
No obstante, los sofocos son los más característicos, que además se acompañan de sudoración diurna y/o nocturna con despertares e insomnio. A su vez, traen aparejados numerosos cambios metabólicos que se vinculan con infarto, ACV y resistencia a la insulina.
Tratamientos
La opción predilecta para abordar los sofocos del climaterio es la Terapia Hormonal de la Menopausia (THM) ya que sus beneficios superan ampliamente los riesgos en mujeres sanas y dentro de la ventana de oportunidad, es decir, dentro de los 10 años de la última menstruación.
Sin embargo, aunque la THM sigue siendo la alternativa de referencia porque es efectiva, hay un grupo de mujeres transitando el climaterio que tienen contraindicaciones, otras que la rechazan y otro grupo que ya pasó la ventana de oportunidad y presentan síntomas (ya que en ciertas mujeres pueden perdurar hasta 15 años).
Para tales casos, existe el Tratamiento No Hormonal de la Menopausia. Estos son una serie de medicamentos que controlan los síntomas con un alto margen de seguridad. Así, es muy importante la consulta ginecológica para tratar dichos síntomas y tener una excelente calidad de vida ya que existen opciones terapéuticas eficaces, tanto hormonales como no hormonales.
