*Por @astro_valerina (Valeria Carranza)
El Ermitaño es un arcano profundo, ligado a la introspección, la sabiduría y la búsqueda interior. Representa un tiempo de reflexión, madurez y paciencia, donde la luz interna guía el camino más que las influencias externas. Técnicamente, es el arcano número nueve del Tarot, asociado con Virgo y el elemento Tierra, lo que le da una cualidad analítica y metódica.
Por lo tanto, no es un año de acción impulsiva, sino de consolidación y comprensión profunda. Creo que es momento para abrazar el silencio, escuchar las propias verdades y permitir que la luz de la experiencia ilumine el camino.

El Ermitaño tiene muchas conexiones simbólicas. En el Tarot, representa la figura del sabio, el guía espiritual que se aparta del ruido del mundo para encontrar respuestas en su interior. Esta imagen está presente en varias civilizaciones y tradiciones filosóficas.
Por ejemplo, en la cultura oriental, se asemeja a los monjes budistas o taoístas, que buscan la iluminación a través del retiro y la meditación. En la tradición occidental, se vincula con los antiguos filósofos como Diógenes o los anacoretas cristianos, que vivían en soledad para alcanzar una comprensión más profunda de la existencia. También puede relacionarse con la figura del chamán, que se retira para obtener visiones y luego regresa con conocimientos para la comunidad.
Desde el punto de vista astrológico, su asociación con Virgo refuerza la idea de un análisis meticuloso y un proceso de purificación interior. Además, el número nueve simboliza el final de un ciclo, la integración de la experiencia antes de comenzar algo nuevo.
Recordá siempre: la respuesta está en tu interior.