La música es un arte que marca épocas, culturas y estilos. Nos transporta a otros lugares y nos acerca los recuerdos más memorables hasta erizarnos la piel. La música es conexión, expresión, comunicación e identidad. Como todo, se va transformando, evoluciona, se le suman nuevos elementos y nuevos protagonistas.
En esta nota, te presentamos a músicos cordobeses que son parte del movimiento cultural de la nueva generación de nuestro país, que a pasos firmes evolucionan, crean y siempre tienen algo para contar: Telescopios.
TELESCOPIOS
La banda cordobesa conformada por Rodrigo Molina, Nicolás Moroni, Santiago Ludueña y Bernardo Ferrón, es una de las bandas más destacadas del país. En marzo lanzaron su último disco, homónimo de la banda, con planes que se pausaron y otros que surgieron en cuarentena y que no se hubieran imaginado. En esta nota, Rodrigo Molina, la voz de la banda, nos cuenta en qué anda Telescopios.
–¿Confinamiento: inspiración o pausa?
–Al principio fue un bajón porque presentábamos el disco, más la gira por todo el país y posibles viajes a Europa, que no fueron. Luego entramos en otro mundo, reflexionamos en el contexto que nos toca vivir y creemos que esto es un llamado de atención muy grande para la humanidad. Nos amoldamos a este momento y empezamos a empujar la inspiración desde ese lugar nuevo. Ahí fue cuando Telescopios fue fruto de ese desafío: hicimos cuatro versiones de los temas del disco, que grabamos en nuestras casas, un videoclip y un disco de remixes, algo que que no se nos hubiese ocurrido antes y junto a músicos amigos, artistas y productores, armamos el volumen I y ahora vamos por el volumen II.
–Son parte de la nueva generación de bandas, ¿cómo lo viven?
–Para nosotros es una satisfacción muy grande ser parte de un movimiento cultural que se dio en estos 10 años, cuando fueron un montón de cosas que hicieron que estemos hablando de una nueva generación de bandas. Nos hace sentir que lo que hacemos encontró un lugar y un público, que conecta con eso y es lo más lindo de formar parte de esta nueva generación.
–Ante este contexto, ¿cómo resignifican la música?
–Creo que la música está en constante resignificación, ya que está ligada a todo lo que sucede alrededor de ella: la cultura, las costumbres que viven en un constante cambio y la pandemia que hace que estemos atravesando un proceso de ruptura, en el que todo está cobrando otro significado. En Telescopios siempre hubo un impulso natural y hasta inconsciente de buscar lo desconocido, creando canciones y discos desde lugares nuevos para encontrar cosas nuevas y así darle forma a lo abstracto como la inspiración. En este tiempo creamos una atmósfera sonora, conectamos con el poder que tiene la música de transformar, comunicar y que la lírica de las canciones del último disco tomen un lugar más central.
–¿Cuál es la perspectiva de la banda?
–La visión de la banda siempre fue hacia adelante, siempre quisimos tocar en lugares más grandes, llegar cada vez a más gente, poder hacer más y mejor música. El impulso siempre fue siempre el mismo que nos llevó a estar a donde estamos y cada vez es más la gente que nos acompaña y nos escucha, la satisfacción va creciendo y la ilusión también.
–¿Cómo definirías la esencia de Telescopios?
–¡Qué pregunta difícil, che! En cuestiones tangibles, pienso que Telescopios vive en una transformación constante y eso es parte de nuestra esencia. Hay un filtro que siempre está abierto, en donde se mete nuestra vida personal, el contexto social y cultural, la música que escuchamos. Todo se mezcla a la hora de hacer música y eso hace a la transformación.
–¿La mejor canción de Telescopios para escuchar ahora?
–¡Todas! Se me ocurre ‘No puedo creer’, el cuarto track de nuestro último disco que empieza diciendo: “Bomberos voluntarios perdidos en el desierto…”.