A partir de las experiencias compartidas por 3.243 personas, en el marco de la campaña “Ecos de la Violencia Laboral”, la investigación sobre violencia laboral arroja una conclusión clara: la violencia en el trabajo no es un hecho aislado, sino una realidad estructural que impacta en la salud, la productividad y las oportunidades de desarrollo de las personas. Los hallazgos de este estudio buscan aportar evidencia clave para que empresas y organizaciones puedan desarrollar estrategias efectivas de prevención, sensibilización y acompañamiento.
El estudio realizado arrojó que la percepción de la violencia laboral aumentó 9 puntos porcentuales en tres años. Si reconocer el problema es el primer paso ¿cómo seguimos?
Un dato que incomoda: la violencia laboral aumentó y es hora de actuar
La violencia laboral no siempre es evidente: chistes, bromas o comentarios sutiles pueden generar un impacto negativo sin que exista una intención explícita de causar daño. Asumir que cualquiera puede ejercer estas microagresiones es el primer paso para transformar la cultura organizacional. Desaprender estas prácticas y actitudes es la única forma de cambiar: el reto de transformar la cultura laboral empieza por reconocer el problema.
“Una de las hipótesis que analizamos es que los números aumentaron porque las personas están más sensibilizadas. Esto es una buena noticia: aquello que naturalizbamos y era imposible de abordar, hoy es considerado un problema y una prioridad”, explicó Georgina Sticco, cofundadora y directora de Grow- género y trabajo.
Canales de denuncia vacíos: el desafío oculto en las organizaciones
Los canales de denuncia en las organizaciones deben ser más que una formalidad: son una herramienta clave para visibilizar, prevenir y acompañar a quienes atraviesan situaciones de violencia.
Sin embargo, el estudio nos arrojó un dato alarmante: el 72% del total de las personas encuestadas aseguró que no hay o desconoce si existen canales de denuncia en su organización. Es hora de preguntarnos: ¿qué cambios son necesarios para fortalecerlos?
“A veces las soluciones estándares no son efectivas, y es por ello que debemos pensar las intervenciones desde otro lugar. Si armo un canal y el canal no se utiliza, debemos revisar el porqué. Un canal que no se utiliza no es una respuesta válida a la violencia”, comentó Georgina Sticco.
En América Latina, las formas más frecuentes de violencia son:
- Psicológica 89%
- Económica 83%
- Simbólica 67%