La semana próxima, las escuelas cordobesas volverán a ver sus aulas llenas y los pasillos, nuevamente, estarán colmados de niños y niñas, según lo dispuesto por el Ministerio de Educación para el retorno de las clases. En tanto, este jueves 20 y el viernes 21 de febrero, inició lo que se conoce como ‘período de ambientación’, para aquellos estudiantes que comienzan su trayecto escolar, ingresando al Nivel Inicial por primera vez, a 1° grado o 1° año.
Así, tanto para las familias que están debutando en el colegio, como para las que retoman sus actividades allí, la Mgtr. en Altas Capacidades y Educ. Inclusiva, Elena Kuchimpós, apuntó una serie de consejos.
Para el primer grupo, la también Neuropsicoeducadora, remarcó: “Es un mundo de sensaciones porque están todas las expectativas puestas en este crecimiento de su hijo, en esta nueva experiencia de papá con niño en el escolar y genera mucho estrés y no solamente en los adultos, sino también en los niños porque les trasladan eso a los chicos, lo que puede ser incluso contraproducente”.

Y añadió: “Para esos papás primerizos, calma. Transmitan que empieza un mundo maravilloso, pongan el foco en que va a ser una etapa para conectar con nuevos amigos y donde los esperan seños y profes que van a enfrentar con ellos todos los desafíos”.
A su vez, señaló: “No les digan ‘pórtense bien’ porque eso los bloquea para los aprendizajes. Los más chicos no entienden qué es portarse bien o mal. Ellos indagan, exploran, juegan y en ese contexto, según normas de adultos, capaz algo no está tan bien, pero como premisa todos se portan bien’.
Por su parte, para los alumnos más grandes, sugirió: “Hay que motivarlos para la vuelta a la rutina diaria. Seguramente con las vacaciones hay un desfase en los horarios; se duermen más tarde, están más conectados a la tecnología. Entonces hay que comenzar cuanto antes a generar la rutina más saludable, acostándose más temprano, desconectando de redes, por lo menos 3 horas antes de ir a dormir para que baje ese nivel de estímulos externos que tienen los dispositivos e ir organizándose”.
“En los más grandes, el estrés ya no tiene que ver con lo que se viene, porque ya conocen -aclaró Kuchimpós- sino con esto de volver al ritmo de lo cotidiano, de dejar un poco de lado el juego y sobre todo las pantallas. Es un momento para que los adultos contengan y motiven”.
La importancia de la rutina y el tiempo de calidad
Más allá de la obligatoriedad que supone la vuelta a clases, Elena destacó los beneficios de este hecho e indicó que “los niños necesitan un contexto que ordene, porque sino, ocurre un desborde”.
Al respecto, amplió: “Cuando este no existe, por ejemplo si la niñez se desarrolla en un contexto vulnerable, luego se llega a una adolescencia y adultez donde cuesta adaptarse a las reglas y nosotros no vivimos en la anomia”.
En esta línea, Kuchimpós subrayó lo fundamental que se torna el diálogo y el tiempo de calidad entre padres e hijos. “En la vorágine del día a día se puede complicar el acompañamiento por los horarios en la semana, pero a los chicos les interesa muchísimo que sus padres sepan en qué están”, sostuvo.
Y continuó: “Es clave que se tomen momentos, así sea el fin de semana, para ver sus cuadernos y entonces, ayudarlos, escucharlos y que les cuenten las razones que los llevan a, por ahí, no estar tan presentes, para que los menores sientan que existe ese espacio seguro”.