Cuando ambos miembros de la pareja acuerdan poder tener otras relaciones, sin perder de vista su pareja inicial. Tienen en cuenta la libertad de vivir lo que uno necesita, en el plano sexual o afectivo, sin perder los beneficios de una pareja estable. ¿Y te cuento algo? Esto no es asunto sólo de jóvenes …
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Lic en Psicología Lucía Rodríguez de la Torre
Lic en Psicología Juan Ignacio Di Rosa
Hoy en día, cada vez son más las parejas que llegan a este acuerdo o que por lo menos se lo plantean. Y sí, como te decíamos, esto no se trata solamente de jóvenes, algunas parejas +40 también se lo plantean y lo ponen en práctica.
Pero… antes de llegar a esta idea de abrir la pareja es importante hacerse algunas preguntas:
- ¿Qué busco? ¿Solo sexo? ¿La posibilidad de establecer un vínculo sexoafectivo con otras personas (poliamor)?
- ¿Siento estar preparado para saber que mi pareja tiene relaciones sexuales con otro?
- ¿Quiero saber con quién?
- ¿Está permitido que sea alguien conocido?
- ¿Puede ser siempre o en algún contexto particular?
- ¿Puede ser un encuentro fugaz o de una noche entera?
- ¿Me banco saber que esa noche está ‘en esa’?
Estas son algunas de las preguntas que deberíamos respondernos antes de tomar la decisión de abrir la pareja. Por supuesto que no se puede prever todo, pero sí creemos que es necesario preguntarnos este tipo de cosas para vivir la experiencia sin malestar.
Una vez que nos hemos respondido estas preguntas y se lo planteamos a nuestra pareja, es fundamental y tienen que estar los dos de acuerdo, esto va a permitir vivirlo de la mejor manera.
Recuerden que ningún acuerdo o pedido está de más cuando se trata de la autopreservación y la búsqueda de bienestar, no tengan miedo de plantear acuerdos, siéntense a conversar, negocien y busquen juntos la mejor manera de vivir en pareja.
No existe un único modelo de pareja, ni parejas que estén bien o que estén mal. Pero el respeto y la comunicación tienen que estar siempre.
Algo que tenemos que tener presente es que los acuerdos, están y sirven para marcar límites de respeto, por eso se hacen en conjunto negociando posturas. Siempre es bueno hablarlos antes de que sucedan situaciones que generan malestar.
Si están pensando en abrir la pareja es fundamental sentarse a negociar y plantear acuerdos, muchos de los desencuentros en las parejas se dan por suposiciones, como:
- Era obvio que podía con cualquiera
- Era obvio que chatear estaba permitido.
- Era obvio si tenemos una pareja abierta puedo seguir en Instagram a quien quiera.
Recuerden, nunca nada es tan obvio. Se necesita comunicación para evitar estos ‘obvios’ que terminan en desilusión, por el simple hecho de no haberse sentado a negociar acuerdos.
No es fácil sentarse a hablar de estos temas, son incómodos, pero tenemos la certeza de que no hablarlos generan malestar y desencuentros innecesarios. Tengamos esa charla incómoda, es mejor hacerlo que el sufrimiento que implica el no haberse animado a tener ‘la charla incómoda’.