De manera periódica escuchamos hablar sobre cáncer de mama, cada año los medios de comunicación y las redes sociales llenan sus portadas y publicaciones con información difundiendo la importancia de su prevención, pero en muchas ocasiones el devenir diario, las extensas jornadas laborales y las actividades familiares nos empujan a postergar los chequeos anuales, tan importantes y vitales para el cuidado de nuestra salud.
Cada año 19.000 mujeres son diagnosticadas con cáncer de mama en la República Argentina. Esta patología puede presentarse a cualquier edad, siendo más frecuente en mayores de 50 años. Los porcentajes de cura son cada vez mayores, pero guardan importante relación con la detección en los estadios tempranos; es por ello que la campaña más efectiva contra el cáncer de mama continúa siendo la de informar sobre su prevención.
Como parte de la prevención se recomienda el autoexamen mamario, mirar y palpar los senos para conocer e identificar rápidamente cualquier anomalía. Si se observa o advierte algo extraño, como un nódulo palpable, cambio de posición del pezón, pliegue, retracción o aspecto de ‘piel de naranja’, dilatación de los vasos sanguíneos, enrojecimiento, ganglio axilar palpable, sensación dolorosa, picazón, costra o secreción por el pezón, se debe recurrir de inmediato a la consulta médica.
El gran desafío es detectarlos antes que cualquiera de los cambios mencionados se produzca; es por ello que la visita periódica al médico especialista es una acción importante, él será quien te indicará la realización de estudios necesarios para control de la mama sana o para detectar posibles alteraciones benignas o malignas.
Cáncer de mama: diagnóstico y tratamiento
Recibir el diagnóstico de una enfermedad es una situación angustiante, más aún cuando se trata de una enfermedad oncológica. Un sin fin de emociones comienzan a recorrer nuestro cuerpo, temores, dudas, enojo e incertidumbres. Se necesita un tiempo para comprender y asimilar esta nueva etapa. Surgirán muchas dudas sobre el proceso que se inicia y ante la accesibilidad e inmediatez de la información a la que accedemos a través de Internet, siempre es importante recurrir al médico de cabecera, que es la fuente más confiable. Frente al nuevo desafío que se comienza a recorrer, es fundamental elegir equipos profesionales que aborden el proceso de manera multidisciplinaria y brinden la contención y el acompañamiento necesario.
Los tratamientos para el cáncer de mama pueden estar basados en la cirugía y radioterapia como tratamientos locorregionales (mama y ganglios axilares) y quimioterapia, hormonoterapia e inmunoterapia como tratamientos sistémicos o generales. Las distintas modalidades se personalizan y se combinan de acuerdo a la situación de cada paciente.
Gating respiratorio: curar al ritmo de la respiración
Para conocer más sobre el tratamiento consultamos a la especialista Dra. María Fernanda Díaz Vázquez, directora del Centro de Radioterapia Deán Funes de la ciudad de Córdoba, quien nos explicó lo siguiente:
“En algunos tratamientos de radioterapia el tumor o área a irradiar se mueve siguiendo el ritmo de la respiración, siendo necesario ampliar los márgenes de la zona a irradiar para asegurar la correcta cobertura del volumen a tratar. Para resguardar los órganos sanos cercanos, específicamente el corazón en el caso de la mama izquierda, se realiza una sincronización del tratamiento con el movimiento respiratorio del paciente, llamado ‘Gating respiratorio’.
El objetivo es dirigir el haz de radiación de forma muy precisa sobre el lecho a tratar y solo irradiar en un momento determinado del ciclo respiratorio, generalmente durante una inspiración sostenida y controlada (bloqueo respiratorio). En el caso de la irradiación de la mama izquierda, el uso de la inspiración aleja el corazón del volúmen mamario a tratar y así disminuye el riesgo de posibles complicaciones cardiacas. El sistema RPM (Real-time Position Management™) de Varian, nos permite realizar el gating de manera no invasiva y cómoda para la paciente.
Una vez decidido el uso de la técnica de gating, se realiza un entrenamiento respiratorio y se establecen parámetros personalizados para cada paciente. Durante cada fase del tratamiento se guía a la paciente en su respiración. Esta técnica complementa la irradiación de la mama izquierda, pero es importante aclarar que no todas las pacientes que se irradien el volúmen mamario izquierdo requieren de su utilización.
Esta es una de las técnicas usadas que han permitido avances importantes para cuidar los órganos sanos cercanos al área a irradiar, que disminuyen el riesgo de secuelas a corto y largo plazo y que impactan en la calidad de vida de los pacientes. Nuestro compromiso es curar la enfermedad y que el paciente pueda llevar una buena vida posterior al tratamiento.
Recuerda siempre que es tiempo de prevenir, ¡que suene la alarma de tu chequeo anual!” expresa la Dra. Díaz Vázquez, especialista en radioterapia, profesora universitaria UCC y directora Médica del Centro de Radioterapia Deán Funes – M.P: 37906 – M.N: 93.827 –
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Ig. centrodeanfunes
(0351) 442 4700