Ella es Izumi Tamasiro (29), influenciada por el gusto de su madre siguió sus pasos y hoy su pasión gira en torno al mundo de la moda. Estilista y asesora de imagen, amante de la moda y sobre todo de crear looks jugados. Junto a su pareja, hace tan solo un mes y medio que son padres de una hermosa bebe llamada Minerva. Hoy Izumi se encuentra conociendo el nuevo mundo de la maternidad, el cual esperaba con ansias. Sueña con tener una familia numerosa como la suya a quienes describe como su equipo.
Por. Candelaria Lanzaco
Ph. Federico Rodríguez B.
Make Up. Mariana Ruggieri
Hair. Nadia Ríos Ceballos
Location. Mercado de las Rosas
¿Qué significa la maternidad para vos?
Que se necesita mucha energía (risas), estoy cada día más convencida de que las mujeres somos increíblemente fuertes y resilientes. Siempre lo supe, ahora lo reafirmo. La verdad es que a la maternidad la estoy descubriendo ahora con Minerva ¡Hace muy poquito! Un mes y medio. Es aprendizaje tras aprendizaje, todo nuevo. Por ahí hay tanta sobreinformación en redes sociales que nos atormenta la maternidad pero creo que cuando la transitas ya está, empieza tu viaje y el de nadie más. Creas tu propia experiencia y amoldás la maternidad a tu vida para poder disfrutarla como mejor te salga. Izutip: no se queden con lo que ven en redes (risas). Además de eso, con la maternidad estoy descubriendo otra Izumi, a veces me río porque estoy contradiciéndome todo el tiempo, cuántas veces dije “¿esto yo?, ¡Jamás!”. Y siento que es muy instintivo ser madre, hay cosas que resuelvo o decido naturalmente y no sé de dónde salió eso. Difícil de explicar.
¿Tenes una referente?
¡Obvio! ¡Mi mamá! Mi mamá siempre fue mi musa del estilismo y ahora es mi referente de mamá. Discutimos a veces, obvio, pero siempre es porque ella quiere enseñarme algo de su experiencia como mamá o cosas así. Lo que más valoro de su crianza es la libertad, criar con libertad de expresión para que nuestros hijos tengan la opción de elegir lo que los haga felices y vivir al máximo, descubriendo caminos y equivocándose. Por ahí nosotros crecíamos con el deber ser y no con libertad por miedos propios así que recontra valoro la libertad que me dio mi mamá y hoy con Minerva lo estoy poniendo en práctica y tratando de dejar de lado mis miedos.
¿Siempre significó un sueño para vos ser madre? ¿O es un deseo de grande?
Mmm … no, no es que de chica soñaba con ser mamá. Después, de grande y en pareja hace 14 años, fue una decisión que fuimos tomando con el Pipi. Lo vivimos como un sueño y un proyecto que se sumaba a muchos otros más, ¡Un proyecto de los dos!
Contame, ¿cómo lo viviste?
Como les conté a mis Fashion Lovers, nos emocionamos cuando nos enteramos que íbamos a ser papás, pero cuando lo compartimos con nuestras familias y amigos y vimos cómo y cuánto se emocionaron ellos y fue tremendo.
¿Cómo vivís el famoso ‘lado B de ser madre’? Hoy es todo un desafío ser madre, emprendedora, empresaria, consejera y muchos roles más a la vez, ¿cómo combinás la maternidad con tu profesión?
Mi mamá siempre trabajó durante nuestra crianza, así que lo vivo muy normal, con un poco más de sueño más vale, pero sin mucho drama. Estoy re acostumbrada a los malabares del día a día pues somos una familia grande. Eso sí, ahora me recuerdo y propongo más que nu
nca mi lema ‘vestite de amor propio’. Es la frase con la que me levanto todos los días. Armar mi izulook me alienta y anima a seguir siendo una mujer plena, recordando lo que me gusta, me motiva y me genera linda energía, para poder estar con Minerva y con mi comunidad de Fashion Lovers. Y bueno, a Minerva le tocó una madre fashionista (risas). Entiendo que la maternidad me trajo muchos desafíos, pero estoy tratando de acomodarlos con mi vida. Cuesta, como todo, pero siempre tratando.
¿Qué consejo le darías a otras madres?
Soy mamá hace re poquito chicas, qué decirles, más que disfruten cada momento porque crecen rapidísimo. Sí, estoy aprendiendo que en la maternidad, como en la moda, como en la vida, no hay que compararse con nadie. Cada una con lo suyo y con lo que más le guste y lo que mejor le salga. Eso sí, nunca se olviden de vestirse de amor propio.