Cuando la Tierra se sitúa entre y el sol y la luna, proyectando así su propia sombra sobre el satélite natural, este último adopta un color rojizo. El hecho astronómico pudo apreciarse el pasado 16 de mayo, por la madrugada, produciendo consecuencias diversas para cada signo.
En el caso de Aries, el fenómeno significó una oportunidad para cuidarse tanto física, como anímicamente. Además, es un momento para prestar atención al entorno, apoyando a los seres queridos.
Tauro, por su parte, deberá revisar el modo de relacionarse con los demás, sobre todo con parejas y acuerdos con socios. Para Géminis es tiempo de revisar las ganancias, conectar consigo mismo y utilizar los talentos y dones que posee.
En tanto, para Cáncer es hora de soñar, disfrutar, ampliar conocimientos y transformar la manera de percibir la vida. Se aconseja viajar. Leo, en la misma línea, debe destacarse, brillar con luz propia y proponerse nuevas metas que, a su vez, sirvan para ayudar al prójimo.
Virgo también puede ir por nuevos propósitos, reforzando amistades e incrementando la alegría al compartir tiempo con los seres queridos. Libra tiene como principal tarea escucharse a sí mismo, interiorizarse, para así cerrar una etapa.
Por su lado, Escorpio experimentará grandes cambios que, a través de una introspección debería aceptar y consolidar. En cuanto a Sagitario, es turno de estabilizar aspectos económicos y centrarse en el cariño y afecto hacia la gente de alrededor.
Capricornio debe aprovechar su creatividad para lanzarse a nuevas ideas, descubrir lugares e incrementar el contacto con familiares. Respecto a Acuario, tendrá que organizarse en torno a la familia y el hogar, a la par que gestiona cambios en espacios laborales.
Finalmente, Piscis podrá agilizar asuntos estancados y realizar una travesía, mientras que, la diversión estará omnipresente en la pareja, la familia y el contexto social.