Por Guillermina Delupi
La madrugada del 28 de junio de 2007, el Teatro Comedia se enfrentaba a un incendio que lo obligaría a bajar su telón durante más de 10 años, período en el que hubo infructuosas tentativas por volver a ponerlo en funcionamiento.
A principios de 2012, una gestión municipal recién asumida reunía al sector teatral y empezaba a discutir el tipo de teatro que querían construir. En este sentido, las opiniones en danza eran la puesta en pie de un teatro de principios del siglo 20 o más bien un teatro contemporáneo, que mirara al siglo 21.
A raíz de un acuerdo firmado entre el Gobierno de la Provincia de Córdoba y la Municipalidad, que destinó 60 millones de pesos a la obra dándole un nuevo impulso, el Nuevo Comedia ya se encuentra en obras para abrir nuevamente sus puertas.
Pensando en la impronta que querían darle, la Secretaría de Cultura de la Municipalidad lanzó un concurso de ideas que tuvo como ganador a Adolfo Mondejar, un reconocido arquitecto a nivel internacional, que se sumó a la elaboración de los detalles del proyecto.
Se estima que la fecha de final de obra coincida con el inicio del Congreso Internacional de la Lengua Española en Córdoba, en marzo de 2019.
Un poco de historia
Muchos eventos artísticos que tuvieron lugar en el Teatro Comedia, seguramente han quedado fijados en nuestra memoria. Y no es para menos; un teatro que lleva sobre sus espaldas 103 años de historia, se asentó en el centro de la ciudad como un espacio vital en la vida cultural, a fuerza de una programación contundente y sostenida.
Inaugurado en agosto de 1913, con el nombre de Teatro Odeón (a partir de 1920 tomaría el nombre de Teatro Comedia), pisaron sus tablas personalidades nacionales e internacionales de la talla de José Marrone, Norma Aleandro, Lola Flores, Ana María Campoy y Mariano Mores.
El teatro pasó por todo: reformas, cambios de gestiones -de privada a pública- y hasta una amenaza de demolición para convertirlo en algún negocio inmobiliario. Esto último motivó la expropiación por parte del municipio en agosto de 2005, lo que redundó en que el viejo teatro pasara a ser parte del patrimonio municipal.
Pero el brutal incendio que tendría lugar dos años después dejó su escenario, en menos de una hora, reducido a cenizas, destruyó sectores enteros del teatro y lo volvió irrecuperable durante más de una década.
El arte de resaltar las heridas
En Japón existe una técnica llamada Kintsukuroi, que consiste en el arte de reparar objetos rellenando sus grietas con oro y plata.
Esta actividad, tiene su origen en que los japoneses sostienen que un objeto que ha sufrido daños se vuelve más hermoso porque encierra una historia. Entonces, en lugar de tapar sus grietas, las exponen, celebrándolas: el objeto vestido de oro y plata es una prueba de imperfección y una muestra, al mismo tiempo, de su fragilidad. Pero también es dueño de una fortaleza de la que antes carecía.
Algo de esta técnica se aplicará en el Nuevo Comedia, ya que el proyecto prevé poner de relieve las cicatrices que dejó el incendio, lejos de ocultarlas. Para ello, trabajarán las paredes con poco revestimiento y dejarán estructuras completamente a la vista.
Así, quienes están al frente del proyecto señalan que las paredes narran la historia de un teatro centenario y es en ese sentido que el proyecto contempla dejarlas como están.
Lo característico del Nuevo Comedia
Lejos del glamour y el brillo del siglo pasado, el Nuevo Comedia se asentará sobre lo urbano, lo contemporáneo y lo integral.
Según señala Manuel Ortega, director general de Cultura y Patrimonios de la Municipalidad de Córdoba, el formato original de la sala fue construido acorde al modelo del teatro a la italiana, con forma de herradura, en tanto que el Nuevo Comedia sacrificaría la cantidad de localidades a favor de un modelo más democrático, donde todas las ubicaciones tienen una visual óptima. Se trata de una “cuchara” central y un pullman superior.
Además, el proyecto contempla la extensión móvil del escenario para poder acercarse en caso de conveniencia con las propuestas escénicas a un formato de arena, donde el escenario se ubica en el centro de la sala.
La fachada conservará su frente plano y -con la intención de romper el límite entre el adentro y el afuera- el ingreso al público se dará en continuidad con la vereda, utilizando los mismos materiales hasta el foyer.
También habrá un ingreso de servicio y actores en un lateral, ubicado al costado de las boleterías. El ingreso funcionará además como un lugar de exposiciones y muestras.
El escenario tendrá 19 metros de ancho y 12 de fondo. Su altura será de 16,5 metros y dispondrá de una parrilla de 80 calles.
En el tercer piso habrá una sala de 120 metros cuadrados -acústica e insonorizada- para que los elencos ensayen.
Por último, la sala principal contará con 532 butacas y habrá butacas móviles que podrán ser ubicadas de diversas formas. La planta alta tendrá una capacidad para 154 espectadores.
El diseño de Seguí como telón de fondo
En agosto de 2013, la Secretaría de Cultura de la Municipalidad de Córdoba le pidió a Antonio Seguí que diseñara el telón del Nuevo Comedia.
Con la impronta del artista y los personajes que adornaron su infancia, en el diseño pueden verse a Jardín Florido, la Pelada de la Cañada, el Dientudo y el Cabeza colorada, entre otros.
El telón, cuyo diseño será bordado y aplicado sobre la tela, tendrá seis metros de altura por nueve de ancho y su trabajo está planteado con la repetición de los personajes para dar idea de movimiento.