En cuanto a la vicepresidenta y la nueva primera dama, respectivamente, formaban un degradé doble de la paleta de los azules demócratas: Jill con un estilo celeste casi turquesa y Kamala con un violeta azulado.
Se considera que el estilismo de la primera dama es una imagen muy protocolaria y de etiqueta perfecta. Además, el azul es muy oportuno, transmite tranquilidad, autoridad y confianza.
Otro mensaje en el look de Kamala Harris, Michelle Obama y Hillary Clinton, mujeres que pertenecen al Partido Demócrata de Joe Biden y que decidieron vestir de morado, color del entendimiento bipartidista al ser resultado de mezclar el rojo republicano y el azul demócrata, un guiño diplomático importante que llama al entendimiento, al dialogo y a vuelta a la normalidad.
Las dos eligieron a diseñadores estadounidenses. La esposa de Biden decidio lucir un conjunto hecho a medida por la diseñadora emergente Alexandra O’Neil de Markarian. Harris se guió por diseños de Christopher John Rogers y Sergio Hudson, dos modistos negros.
La doctora y Primera Dama al igual que la Vicepresidenta eligieron un conjunto de vestido midi, una de las tendencias más fuertes este ultimo tiempo, junto a un tapado del mismo largo.