En un año en el que necesitamos, más que nunca, conectar con la naturaleza, con nuestra flora y fauna autóctona, y disfrutar de los hermosos paisajes que tenemos en Córdoba, más de 300 mil hectáreas de sierras y valles de la provincia han sido arrasados por el fuego. El 98% de los incendios forestales fueron provocados por el hombre y el clima de sequía, las altas temperaturas y las rafagas de viento no colaboraron en la lucha para combatirlo rápidamente. De esta manera se posiciona como el más grande de los últimos 20 años. Detrás de esta situación de emergencia ecológica, la pérdida es incalculable; bosque nativo, especies autóctonas, la contaminación de ríos y lagos por las cenizas, entre tantos otros daños. Las historias de habitantes de las zonas, legados familiares, sus medios de trabajo conseguidos con esfuerzo, todo bajo las llamas.
Quienes lo viven en primera persona y le ponen el cuerpo y alma para combatir el fuego, son los bomberos voluntarios. Como la palabra lo indica, estos hombres y mujeres prestan su servicio, su vocación, su sabiduría y su entrega para estar a disposición de situaciones extremas, sin pedir nada a cambio. Hubo varias historias que fueron noticias, en el marco de los incendios y una de ellas, que recorrió el país, fue el cruce de bomberos por el túnel de fuego para salvar sus vidas. Carlos Pérez es bombero voluntario, trabaja como chofer de viajes de larga distancia y por la pandemia está sin actividad. Él fue quien manejaba la camioneta al momento de atravesar las llamas junto a sus compañeros en Villa Giardino: “Ellos me alentaron y me dieron la confianza para avanzar y sentir que estábamos en lo correcto”. En esta nota conocemos más sobre su vivencia y su experiencia como bombero voluntario.
Fotos gentileza de Pato Otero @patotero55
–¿Cuándo inició tu vocación por el oficio de bombero voluntario?
–Fue en 2003, cuando ingresé a la institución de Bomberos Voluntarios; tenía sólo 17 años, dos años después por causas personales hice una pausa y retomé a los tres años, en 2008. Desde ese entonces hasta la actualidad, de manera ininterrumpida, estoy activo como Bombero.
–Catalogados como los incendios más grandes de los últimos 20 años en Córdoba, ¿habías vivido algo semejante en tus años de experiencia?
–Recuerdo que en 2009 hubo una situación parecida a la reciente, en la que la provincia se vio muy afectada por los incendios y habíamos atravesado otras situaciones críticas de sequía como la actual, con altas temperaturas y mucho viento.
En un incendio forestal no sólo depende de nosotros, sino de las condiciones climáticas, que este año no nos favorecieron en absoluto. Hay métodos y formas de combatir el fuego, que se van aplicando según las circunstancias que se viven día a día.
–Fuiste protagonista de una situación que recorrió el país: traspasar el túnel de fuego para sobrevivir, ¿qué sentiste en ese momento?
–Como bombero voluntario uno vive muchas situaciones límites, no sólo en incendios, y esta fue una de ellas. En el video que se viralizó, cuando nos vimos rodeados por las llamas de Norte a Sur, tuvimos que tomar la decisión de atravesar las llamas, el ‘túnel de fuego’ para salvar nuestras vidas. En ese momento hubo una evaluación previa, buscando una vía de escape y la zona más segura para resguardarnos estaba cruzando ese fuego. Si bien fueron pocos segundos, en ningún momento mis compañeros me dejaron dudar, lo hice y ellos me alentaron y me dieron la confianza para seguir avanzando y sentir que estábamos en lo correcto.
–¿Qué pensaste apenas salieron de esa situación?
–En mi familia, que siempre me apoyó desde el primer momento y estuvieron siempre presentes. Para un bombero voluntario, el empuje familiar es todo, es gran parte de lo que nosotros hacemos y sin ellos no podríamos dejar todo, ni afrontar todos estos riesgos. Siempre pienso en ellos y eso me lleva a seguir y no detenerme.
–¿Cuál es el incentivo que te genera seguir luchando hasta el cansancio para extinguir las llamas?
–Mi motor y mi incentivo, cuando estamos frente a las llamas, es querer ganarles siempre, queremos lograr el objetivo, porque a eso fuimos. Es muy triste por la gente y por los campos, esa es una razón por la cual no bajamos los brazos y siempre queremos dar un poco más. Es nuestro motivo cuidar a la gente de la zona, ese campo, esa chacra donde detrás de todo hay una historia y mucho esfuerzo de familias que han trabajado toda su vida para tenerlo.
–¿Cómo sigue todo luego de un incendio de esta magnitud?¿Se proponen nuevas capacitaciones para prepararse para un futuro?
–Esto sigue desde la prevención, desde tomar conciencia del daño que causan los incendios, para esa parte de la población que es la minoría, que aún no lo toma como tal, y con el fín de que no vuelva a pasar. En cuanto a la capacitación, los bomberos voluntarios nos estamos capacitando constantemente en todas las áreas en las que estamos vinculados: rescates estructurales, rescates vehicular, acuático y en altura. A esta situación se suma la ayuda del Gobierno provincial, que hizo una inversión muy grande en equipamientos para la protección personal y los combates forestales.
–¿Una reflexión que compartirías con la sociedad?
–Como en todo, hay gente que nos apoya y otra que nos critica, pero sobre todo a la que no está de acuerdo con nuestro trabajo, le diría que confíen más en nosotros, estamos capacitados para hacer lo que hacemos y que a veces no es decisión nuestra dejar que se queme una casa o un campo, sino que hay factores climáticos que nos juegan en contra, y pedimos perdón por eso. Me gustaría que confíen más en nuestro actuar, porque lo damos todo y más, para poder ayudar a todos por igual. Ojalá seamos más conscientes como sociedad de lo que pasó para que no vuelva a suceder.
–¿Qué mensaje les darías a tus compañeros y colegas que han trabajado arduamente en estos meses?
–El mensaje para mis compañeros es de agradecimiento, por el apoyo, por el aguante, por el compañerismo. En situaciones críticas es muy importante contar con esto, sobre todo porque no es un trabajo individual, es un grupo muy grande y todos con el mismo objetivo trabajando en equipo, donde mucha gente nos apoya y nos alienta a lograrlo.