*Especial, por Flor Gotti (The Lüdwe)
Te invito al equilibrio entre lo profundo y lo superficial, a habitarte en todos tus planos y dimensiones, porque no es más importante tu cuerpo físico que el emocional o energético. Todos lo son, se retroalimentan constantemente. Lo que ocurre en uno, se manifiesta en el otro y así.
La manifestación de la materia en lo superficial tiene que ver con lo que estamos creando constantemente en nuestras profundidades. Desde lo que pienso, siento, digo, hago, expreso.
¿Cuál es mi percepción y creencias que considero como una verdad y en qué formas de pensar tiendo a ser flexible?
Se puede cambiar de forma de pensar y de ser cuantas veces lo sientas y necesites. Quienes estamos en constante desarrollo personal sabemos que es así. Se trata de morir y renacer todo el tiempo.
Entonces, antes de pedir por lo nuevo, primero necesitas saber ¿desde qué miedos te estás moviendo?; ¿qué inseguridades estás listo para transformar en oportunidades?
Se trata del combustible que da energía a todo lo que haces y manifestas, a tu expresión y poder. “Sólo vivimos lo que creemos que es posible para nosotros, solo tenemos lo que creemos merecer”
Parece simple decirlo y hoy está de moda romantizar este proceso como si fuera algo fácil. Aunque no es difícil, si es un desafío.
Renunciar a lo que creemos ser, para ser cómo deseamos ser, requiere valentía. Es hundirse y autobucear nuestras profundidades, ensuciarnos con aquello que dejamos escondido en nuestra psiquis para iluminarlo, aceptarlo, limpiarlo y liberarlo.
Requiere comprometerte con vos mismo y tu sueño o deseo, porque nadie lo hara por vos y eso es motivo suficiente para que puedas activarlo.
Puedo asegurarte que, lo que te espera del otro lado es mágico, es eso que te enciende y disfrutas. Recordá agradecer por todo lo que hoy tienes. Es lo que alguna vez deseaste.
Si prestás atención, te darás cuenta de todo lo que ya has manifestado, bueno o malo, sin ser consciente de ello. El poder ya lo tenes, ¿a donde vas a dirigir la energía?