El pasado 6 de agosto de 2020, Valentino Blas Correas, de 17 años, recibió un tiro en la espalda mientras viajaba en un auto con cuatro amigos en la ciudad de Córdoba. Por el hecho, hay dos agentes de la Policía de Córdoba acusados de matarlo, mientras que, 11 están procesados por encubrimiento y por mentir, luego de plantar un arma para incriminar a los jóvenes.
El suceso, catalogado como “gatillo fácil”, ocurrió mientras los adolescentes pasaron un control policial, durante las restricciones impuestas en el marco de la pandemia. Ahora, dos años y un mes después, tiene lugar el juicio.
Por la causa, hay dos policías que serán los principales acusados: se trata de los suboficiales Lucas Gómez y Javier Alarcón, quienes responden por homicidio calificado y tentativa de homicidio.
El primero, según plantea el fiscal José Mana, quien investigó el caso, fue el autor material del crimen. En tanto, en conjunto abrieron fuego de manera temeraria contra el auto donde se encontraba Blas Correas y el grupo de amigos aquella noche.
En cuanto a los querellantes, se presentan por un lado, los padres de Blas, representados por el abogado Alejandro Pérez Moreno, que declaró que mantendrá la acusación y pedirá graves condenas. Por otro lado, se encuentran los cuatro amigos sobrevivientes al hecho.
Por el momento, este miércoles 7 de septiembre, la instancia inició con la lectura de la acusación y la presentación del caso por parte de cada una de las partes ante el jurado popular. Posteriormente, el viernes 9 habrá audiencias y los uniformados tendrán la posibilidad de declarar o abstenerse. Y se aguarda para la próxima semana, la ronda de testimonios.