Menos es más, la máxima expresión del estilo minimalista. En decoración se reduce a lo más esencial y necesario. La idea es decorar con el menor número de elementos posibles con el objetivo de ganar en funcionalidad y sobriedad. Expresando pureza y sencillez. Colores básicos, elementos esenciales como el cemento, vidrio, madera, acero y tejidos naturales son las principales características del estilo minimalista.
Ludwig Mies Van Der Rohe crea sus ideas a partir de la pureza de las formas geometricas en la dirección de la Escuela de Arte y Diseño de la Bauhaus, en Alemania, a finales de los años 30. Poco tiempo después, y debido al proceso de la segunda guerra mundial, emigra a Estados Unidos, país donde ya era conocido como arquitecto y diseñador influyente. De el proviene la maxima “menos es más” .
Colores: En el minimalismo prima el uso de colores monocromaticos predominando el blanco y crudo a los cuales pueden sumarse en detalles los colores beige o negro.
Materiales: Como nombramos anteriormente, los principales materiales del minimalismo son la madera, cemento, grandes vidrios, piedras, acero y tejidos.
Muebles: Pensamos principalmente en la ecuación necesidad/cantidad y funcionalidad.
Paredes: En las paredes se trata de evitar todo adorno que esté de más. Paredes lisas de colores claros o revestidas con piedra, cómo único elemento de decoración.
Tejidos/textiles: Los tejidos son un gran aliado del movimiento en decoración. Dejando de lado telas estampadas priorizando los monocromos en telas como lino en cortinas, almohadones o simplemente como accesorio.
DATO: Siempre tener presente la máxima de Ludwig Mies van der Rohe “Menos es más”