Algunas recomendaciones para transitar los últimos días del mes, apelando a la introspección, desde la indagación: ‘¿cuál es el camino correcto?’.
*Especial, por Flor Gotti (The Lüdwe)
En Alicia en el país de las maravillas, Alicia le pregunta al Gato
-
“¿Me podrías indicar hacia dónde tengo que ir desde aquí?”.
-
“Eso depende de a dónde quieras llegar”, contestó el Gato.
-
“A mí no me importa demasiado a dónde…”.
-
“En ese caso, tampoco importa el camino que tomes”.
Traigo este fragmento, porque el fin de junio tiene que ver con caminos. “¿A dónde me dirijo?”; “¿Está bien por acá?” Y la famosa pregunta: “¿Estoy en el camino correcto?”
Más que esperar respuestas del afuera, te invito a preguntarte ¿A dónde estás hoy? ¿Cómo sabrás a donde ir, si no sabes de donde estás saliendo? Por eso, es importante, definir primero ¿En qué camino estás? ¿Cuál sería el camino correcto para vos?
Si te animás, esto lo hago muy seguido, y creeme que funciona, pedí una señal al universo o a quien creas: “¿Cómo puedo darme cuenta si este es mi camino o no?”
Siento que cedemos mucho nuestro poder, por no confiar en nosotras mismas. Tu cuerpo sabe a donde ir, tu alma tiene una brújula infalible, tu corazón late diferente cuando está transitando lo que le hace feliz. Entonces, si todos tus cuerpos saben es momento de que empieces a creértelo vos también.

Junio también trajo comunicación ¿Qué aprendiste de los eclipses? ¿Que estás transitando que hoy te hace ver las cosas desde otra perspectiva? Una mucho más saludable. Aún queda información por decantar. Paciencia.
Para transitar con éxito este periodo, te invito a ordenarte mentalmente. Baja al papel o a una app todo lo que tengas dando vueltas, vacía tu cabeza de pensamientos innecesarios ¿Sabías que los pensamientos son energía? ¿Qué energía estás expresando y cuánta estás derrochando?
Ya podes ver, cuáles son los cuentos que estás completamente harta de contarte. Esas narrativas, son las que te mantienen en el mismo camino, con las mismas experiencias negativas, en las mismas relaciones tóxicas, o sintiendo malestar.
Cambiá el foco, cambiá la historia, cambiá la perspectiva y por ende el camino real se ve con más claridad.
Si no podes ver, cerra tus ojos y confía, caminá lento pero caminá, sintiendo e intuyendo “¿Cómo me estoy sintiendo por acá?” Al tratarse de un nuevo camino, seguro se presentan nervios, miedos… pero es parte de ir haciendo lo desconocido conocido y te puedo asegurar que vas a estar bien.
Otras preguntas para hacerte en este tiempo son: ¿Lo que digo y hago están en coherencia? ¿Creo en lo que predico? ¿Lo que sigues, lo haces por moda o porque realmente lo elegís?
