“La radio es mi segundo hogar, mi gran pasión”, afirma la periodista y locutora Gabriela Tessio y confirma lo que sus oyentes de siempre ya saben, después de escuchar durante más de dos décadas cómo su voz habita el tiempo en el dial. Gaby supo transformar esas horas al aire en “años de gente” fidelizando a sus escuchas con un estilo propio: “Logré que se sientan parte de una familia radial. Crecimos, nos emocionamos y hasta lloramos juntos. Me acerqué a la gente con carisma desde el micrófono”.
Sobre su capacidad para sostenerse y continuar reivindicándose en el medio, admite: “Apuesto al trabajo porque allí renazco: en el reconocimiento, en el afecto de la gente”.
Hablar a muchos, llegar a uno
Con el título secundario en mano, Gaby dudaba entre ser maestra jardinera o locutora. “Quería estudiar en la máxima referencia académica, en el ISER de Buenos Aires, pero mi mamá era ama de casa y mi papá jubilado de una fábrica, nuestra situación económica no me lo permitía. Sin embargo, en esa época, el CUP firmó un convenio para dictar la carrera, fui a probar mi voz, quedé y, además, ingresé a Periodismo. Hacer las dos carreras me brindó herramientas para pararme con una visión de 360 grados en mi trabajo”, confiesa.
Mientras se formaba académicamente, también lo hizo detrás del micrófono en una sintonía de su Alta Gracia natal. “Empecé apenas pasados los veinte en radio Paravachasca los domingos a primera hora y tenía audiencia fiel, pero creo que de una sola persona: mi madre”, admite entre risas. Después, hizo un casting para ingresar a Radio Nacional, donde leía noticias, y en el 95 ingresó a LV3. “Recuerdo que Carlos Molina, director de la radio, cometió un ‘sincericidio’ cuando me dijo: ‘No sé qué te ve Mario Pereyra, pero te quiere sumar’”, rememora.
Gaby recuerda que en esa época era “todoterreno”: leía noticias con Mario y trabajaba los domingos y de trasnoche en la Popular. “Mario y Rony Vargas sintieron que tenía chispa y me ofrecieron hacer Anímate, que se convirtió en un clásico radial y en lo que mi padre profesional, Mario, encuadra dentro de la idea de que ‘un éxito no se toca’. Estoy muy agradecida. En Córdoba, hay pocas mujeres con la conducción radial principal y ellos apostaron a mí para estar al frente”, comenta orgullosa. Ahora, junto a él y a un equipo de Cadena 3, están armando la segunda edición consecutiva del programa de huella propia Gaby Tessio en Verano. “Es una frescura en el aire, una propuesta que quería hacer y con la que no voy a defraudar”, confía.
Multifacética en movimiento
La Tessio, como la define su público fiel, es la máxima influencer cordobesa en Twitter del ámbito periodístico y está en el top 100 nacional, con más de 140 mil seguidores. A su vez, se posicionó en el ámbito de la producción de eventos locales con la fiesta Noventosa. “Me permitió exteriorizar mi espíritu emprendedor en un momento de enfermedad y crisis personal. Necesitaba renacer, estaba de cara al piso y esta idea me permitió despegar”, enmarca. “Es una evento muy amiguero que la gente espera. Empezamos con cien personas y ahora van más de tres mil”, ilustra.
Respecto a lo que le queda en el tintero, afirma: “Quiero ver crecer a mi hijo Joaquín, mi mejor creación, viajar, alimentar los afectos y seguir haciendo. Siempre hay un sueño por cumplir, no desde la ambición, sino desde el movimiento”.
“Era una propaladora de pueblo. Se estaba convirtiendo en radio”. La radio que no se ve, poema radial de Lalo Mir.
Por Sol Aguirre