En el inicio de su programa, A la Barbarossa, Georgina Barbarossa contó que se colocó el popularmente llamado ‘chip sexual’. “Me puse el chip. No los puedo besar porque me abalanzo”, bromeó. Y siguió: “Es para rejuvenecer, revitalizar. Una revitalización biológica junto con tres inyecciones que también son para el cerebro, la piel, para todo”.
Por su parte, el Dr. Juan Machado de Villafañe explicó que sirve para aquellas +40 que tienen síntomas de déficit de testosterona, hormona que disminuye en mujeres a partir de los 25 años aproximadamente. Así, el implante trata el cansancio, desgano, insomnio, sofocones, disminución de lubricación y disminución de libido, generando aumento del nivel de energía diaria, mejora del rendimiento sexual, del sueño, el ánimo, la memoria y la concentración.

Asimismo, incide en el descenso de peso eliminando y redistribuyendo la grasa corporal, como también aumentando la masa muscular. Por otro lado, funciona como opción auxiliar para osteopenia y osteoporosis y equilibra niveles de colesterol, lipoproteínas y lípidos protegiendo la función cardiovascular.
Entre sus beneficios, también colabora en cuanto el metabolismo de los hidratos de carbono (glucemia), suplementa terapias en diabetes tipo II y en síndrome metabólico. Finalmente, está probado como efecto protector sobre el riesgo de cáncer de mama y de próstata, y ayuda en la calidad de vida en pacientes con enfermedades crónicas, entre otros.
Respecto a la colocación, el profesional indicó que “es indolora, ambulatoria e implica una ínfima incisión, de aproximadamente tres milímetros, en alguna zona grasa del cuerpo con anestesia local”.
No obstante, previamente, aconsejó hacer una revisión ginecológica completa en forma anual. En tanto, aclaró que “una vez colocado no requiere ningún control especifico”. Acerca de la duración, indicó: “el efecto dura entre 5 y 6 meses, en los que el dispositivo libera gradualmente hormonas, hasta reabsorberse por completo, sin que haya necesidad de retirar nada”.
Es recomendable ponérselo 2 veces al año, acompañando con “una buena alimentación rica en grasas sanas, actividad física e impediendo que se incremente la grasa visceral” –afirmó el Dr.-
En torno a contraindicaciones, el profesional señaló que son nulas, “ya que se trata de un reemplazo de hormonas bioidénticas que toda persona va perdiendo con los años”. “Por la seguridad y eficacia, las pacientes van tomando confianza y animándose a darse la oportunidad de sentirse mejor”, aseveró.
En esta línea, reveló que “el 80% de quienes eligen el método quedan satisfechas con los cambios que genera y regresa a los 6 meses para colocar uno nuevo”. “Si bien no hay cifras exactas de todos los médicos, hablando por mí, desde 2019 a hoy, hay un aumento constante del uso en un 60%”, concluyó.
