Actualmente, en la sociedad predomina un estilo de vida asociado a la vorágine y a rutinas atareadas, lo cual deviene en un constante estado de urgencia y aceleración. De esta manera, “vivimos en piloto automático” –explica Cristina Schwander-.
La Especialista en Liderazgo con Inteligencia Emocional, Atención Plena y Coaching (entre otros) amplía: “No nos damos cuenta lo que está sucediendo, por ejemplo, en nuestro pensamiento porque tenemos muchísimos por día y la mayoría no son buenos”.
“Estamos mucho en el pasado y en el futuro, pero poco en el presente”, afirma también. En este marco, el mindfulness se presenta como una herramienta que permite “vivir la vida momento a momento, sin juicio”.
Al respecto, Schwander detalla: “Es un entrenamiento conciente que se practica y experimenta, generando la habilidad de la observación, la atención y la aceptación del aquí y ahora”.
Así, entre los beneficios que implica la técnica, se destaca la asimilación de uno mismo como “líder y conductor consciente de la vida propia”.
“Generalmente tendemos a reaccionar, que es un impulso, en vez de responder, que requiere una pausa antes de una acción. Con este cambio podemos tomar mejores decisiones según los contextos”, indica Cristina en tanto.
Asimismo, “mejora el bienestar y bajan los niveles de ansiedad”. “Al ser conductores conscientes nos hacemos responsables amablemente de las acciones que generamos –asegura la profesional-, y la ciencia confirma el cambio cerebral que se genera”.
La relación con la meditación y la inteligencia emocional
En el imaginario popular, estos conceptos muchas veces se confunden. No obstante, ciertamente, están vinculados. Schwander aclara que “la meditación es el gimnasio mayor para entrenar el mindfulness”. Y remarca que “no consiste en dejar la mente en blanco”.
“Hay que hacerlo todos los días y se trata de sentarnos con nosotros mismos para darnos cuenta de lo que nos está pasando. Además, hay que tener un ancla para regresar cuando nos vamos y generalmente es la respiración. Es común que la mente se distraiga y hay que traerla con cordialidad”, indica.
Por otro lado, en cuanto a la inteligencia emocional, dice que “es la capacidad de gestionar las emociones, mientras que, el mindfulness es un camino de gestión”. Así, mejorarían los resultados de cada acto, ante la evolución del ser que posibilita la disciplina.
Recomendaciones para iniciarse en el mindfulness
Estudios aseguran que, a lo largo de 4 semanas de trabajo, se aprecian las consecuencias del mindfulness. Sin embargo, Schwander advierte: “Todos somos diferentes, pero la idea no es buscar algo en especial, sino la experimentación”.
Igualmente, lo importante es incorporar el hábito, que “demanda paciencia y persistencia“. La co-fundadora de Siglo 21 reconoce que a veces “se complica porque la cabeza anda a mil, pero hay que seguir intentando ir cordialmente hacia un buen vivir”.
Las claves.
- Aprovechar la respiración. Tenemos que aprender a hacerlo conscientemente. Es recomendable poner una alarma para hacer una buena respiración, que es “como reiniciar la computadora” –asegura Schwander-. “Además, permite una pequeña pausa”,
- Dejar de lado el multitasking (realización de más de una tarea o actividad al mismo tiempo). Schwander profundiza: “Creemos que es lo más, pero nuestra mente es simpletasking y lo ideal es poner toda la consciencia en una actividad a la vez”.
- Alejar los teléfonos. “Ponete horas para chequearlo y no estés todo el tiempo conectado a ese aparato perdiéndote la vida, porque genera mucha ansiedad”, señala Cristina.
- Amanecer con calma. “Aprendé de los gatos que se estiran, respiran y se invitan a un nuevo día”, Y continúa: “A nivel agenda, límpiala y baja la cantidad de pendientes para dedicarte a lo importante”.
- Encarar cada acto cotidiano con atención y conciencia, disfrutando cada sensación. “Al comer, sentate y hacelo saboreando. Al caminar, observa la naturaleza. Al bañarte, sentí el agua”,
- Agradecer antes de dormir.
- Empezar con la meditación, paulatinamente, en el momento del día que mejor te quede.
Dejamos un ciclo de meditaciones de Cristina, clickeando aquí.