El pasado 17 de enero, el Palacio de Kensington anunció que Catherine, de 42 años, antes conocida como Kate Middleton, había sido ingresada en la Clínica de Londres para someterse a “una cirugía abdominal planificada”.
“Se espera que permanezca en el hospital entre diez y catorce días. Según los consejos médicos actuales, es poco probable que regrese a sus funciones públicas antes de Semana Santa”, explicaron en su momento. Según el diario The Times, su marido, el príncipe William, también renunció a varios de sus compromisos públicos para “permanecer a su lado tanto como sea posible”.
En tanto, también se magnificó la información ya que, a la par, se informaba que el rey Carlos III, de 75 años, recibiría tratamiento para un agrandamiento de la próstata.
Más tarde, periodistas especializados se atrevieron a señalar que la recuperación no había sido la esperada y, a la par, surgieron teorías descabelladas sobre su paradero, alegando una desaparición. Es que, aunque se informó de la cirugía, internautas señalaron que no había sido vista desde Navidad, cuando el matrimonio efectuó el paseo público anual junto a su real descendencia.
“Se está recuperando tras donar un riñón a Carlos a cambio de convertirse en reina” y otras teorías surgieron en diversas redes para explicar el fenómeno.
Ahora, los portavoces de Kate Middleton, señalaron: “Fuimos muy claros desde el principio en que la Princesa de Gales estaría fuera hasta después de Pascua y el Palacio de Kensington solo proporcionaría actualizaciones cuando algo fuera significativo”.
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