Desde el diseñador de moda estadounidense, Marc Jacobs, hasta el actor de ‘The Bear’, Matty Matheson, optaron por las ‘bailarinas’ para complementar sus looks recientemente. De esta manera, diversos referentes -más allá de las marcas- aportan a derribar las barreras del género asociadas a la industria de la moda y, en esta ocasión, la mirada está puesta en los calzados.
Según Juan Gutiérrez, experto del Museo del Traje de Madrid, la distinción de ‘lo femenino y lo masculino’ en esta área, se remonta al siglo XIX.
“Con la decadencia de la aristocracia y el auge del ideal burgués del hombre-empresario, los calzones se sustituyen por pantalones, la seda por el paño y los tacones por zapatos planos más confortables”, puntualizó.
Por lo tanto, aseveró que “el género del calzado es una construcción que ha cambiado demasiado en tres siglos como para no percibirlo”. Sin embargo, también señaló: “la evolución de este constructo va a venir marcada en cualquier caso por la tecnología, y esta lleva al uso de calzado confortable”.
Asimismo, se destaca la estética balletcore que se impuso en el último tiempo, llevada por casas como Dior o Miu Miu Margiela MM6 y sus bailarinas urbanas, llegando así esta propuesta a las pasarelas en las últimas temporadas.
De la misma forma, otras dos diseñadoras pioneras en el impulso de las bailarinas son Grace Wales Bonner y Emily Bode que lanzaron campañas con este tipo de calzado.
Por su parte, Loewe apuesta por este calzado plano, sumado a vaqueros anchos y prendas de punto.
En el caso de la firma española Hereu lanzaron bailarinas para hombre y mocasines que evocan la silueta de una mercedita. “Vivimos en un momento en el que las siluetas en general no son tan estrictas en lo que respecta a género”, dijeron al respecto y añadieron: “Están teniendo buena acogida, ya que es algo propio de nuestra marca”.
Finalmente, desde GQ advierten que “en última instancia queda el veredicto definitivo y, por ello, también el más complejo: el de la calle. Al fin y al cabo, la pasarela permite libre albedrío y locura desmedida para todos los creadores que en ella se manifiestan, pero el asfalto es el que valora la viabilidad de las propuestas”.