La editorial Urano publicó bajo su sello Puck un nuevo fantasy urbano en el que conviven brujas y lobizones rodeados de magia, con múltiples aventuras y compartiendo, nada más y nada menos, que gran parte de las costumbres de nuestro país. El libro ya es un éxito en Estados Unidos y en varios países de Latinoamérica. Conversamos con Romina Garber, la autora de esta maravillosa historia que es un regalo ideal para los jóvenes lectores en este mes.
Tu nueva novela se presenta como una fantasía latinoamericana, inspirada en gran parte por el folclore argentino. ¿Qué van a encontrar los lectores en Lobizona?
En el mundo de los Septimus, los niños nacen lobizones y las niñas nacen brujas, con magia elemental. Sin embargo, como queda claro por el título, la protagonista no encaja en este binario. Con el personaje de Manu, quise crear una heroína inmigrante que proviene de dos mundos, pero no pertenece a ninguno.
Igual que en sagas como Crepúsculo y Cazadores de sombra, el mundo de los Septimus está escondido en nuestro propio planeta y como en Harry Potter y Percy Jackson, los personajes se encuentran en una especie de escuela mágica. Pero a diferencia de esas sagas, Lobizona tiene un elenco argentino, con personajes que hablan español, toman mate con yerba sobrenatural y son fanáticos del Septibol, que es un deporte como el fútbol ¡con el agregado de brujas que hechizan la cancha y complican las cosas para los lobizones!
¿De dónde surgió la idea de trasladar parte de la Argentina a tu historia? ¿Fue difícil de concretar en un mercado tan competitivo como el de la literatura juvenil y, principalmente, en Estados Unidos?
Igual que Manu, yo nací en Argentina y me crié en los Estados Unidos. Pasé la mayor parte de mi adolescencia cuestionándome quién sería yo si me hubiese criado en Argentina. La primera vez que intenté escribir sobre mi identidad fue en 2008, pero en aquella época, en Estados Unidos, no pude conseguir que el libro se publicara. Casi una década después, en el verano de 2017, el Gobierno de Estados Unidos decidió separar a los niños indocumentados de sus familias y enjaularlos. Mirando los noticieros, pensé en todo lo que mis padres me habían dicho de la ‘guerra sucia’, sobre personas desaparecidas y familias destruidas, y comencé a escribir este libro. Quise entretejer el folclore argentino en esta historia sobre la inmigración estadounidense para dar una advertencia sobre cuán delgada es la línea entre la política y el sentimiento público. Basé la historia en la ley de padrinazgo presidencial porque esta legislación es un buen ejemplo de cómo el lenguaje que usamos para describir a una población puede concretarse en leyes… e incluso en jaulas.
Como lectora de tu obra me atrevo a decir que Lobizona no es solo entretenimiento. Puede verse, a lo largo de la novela, un gran compromiso de tu parte con causas actuales muy importantes. ¿Qué mensaje querés transmitir a los jóvenes con tu libro?
Lobizona es un tratado sobre cómo nos etiquetamos uno al otro y, en particular, habla sobre la palabra ilegal. Cuando aplicamos esta etiqueta a un ser humano, estamos negando su humanidad y negando los peligros de los que huye, peligros que no pueden ser contenidos por fronteras porque nacen de ideas. Nuestro vocabulario define nuestra realidad. Por eso es importante que examinemos el lenguaje que utilizamos. Por ejemplo, la palabra “indocumentada” se refiere a un ser que nunca ha sido documentado, a una persona única. Si lo pensamos así, ¿no podríamos decir que somos todos indocumentados?
Hacia el final de la historia tus personajes llegan no a un desenlace, sino a lo que parece un nuevo comienzo. ¿Tendremos más de ellos?
¡Sí! El año que viene, Puck lanzará la secuela, Cazadora, ¡y esta vez es una historia ambientada en la Argentina! La mayoría de los Septimus viven en Kerana, una ciudad sobrenatural a la que se accede a través de las cataratas de Iguazú. Las texturas de Kerana están inspiradas en la belleza de Buenos Aires, Patagonia, La Pampa, los Andes y otros lugares del país. También viajaremos junto a Manu y sus amigos al Mar Oscuro, una dimensión misteriosa que es algo entre un océano y el espacio exterior, donde plantas parásitas producen oxígeno al picar y chupar sangre como los mosquitos. . . ¡y no digo más para evitar spoilers!