Ella es ¡el boom de las noticias en redes sociales! Mai Pistiner es comunicadora social, periodista y productora de contenidos con un PLUS que cautiva viewers, ya que se formó en artes dramáticas nada más y nada menos que en Stella Adler, Los Angeles. Hoy, con todas estas herramientas, Mai apuesta fuertemente a sus cursos de oratoria, comunicación digital y efectiva, haciendo gran hincapié en el uso del lenguaje corporal adecuado. Con tan solo 30 años, Mai captura la mirada de más de 128 mil seguidores y obvio la mirada más importante, la de su hija Ámbar, quien nació en plena pandemia y dio un giro 360 en su vida.
Muchas personas te conocen por América, por la televisión… pero, ¿cuándo comenzó esta pasión por comunicar por redes sociales? ¿El feedback es totalmente gratificante, no? ¿Y la inmediatez le da el plus?
Así es, me fui de América hace dos meses, estoy recontenta, creo que está bueno cambiar cuando uno siente que se cumple un ciclo en un lugar, ya que estuve cinco años en las redes sociales de América; me acuerdo cuando todavía estaba arrancando en el 2016 y no era común ser reportero y productor para redes sociales. Pero hoy, respecto a
la gratificación que mencionás en redes sociales, me pasa que es un termómetro constante para los que generamos contenido, porque a través de las respuestas que recibimos en el instante podemos darnos cuenta si el contenido esta bueno, si no vale la pena, si nos equivocamos, si estamos ofendiendo a alguien, etc. En cambio la televisión lo que tiene justamente es que le falta ese contacto constante con la gente, entonces muchas veces uno pierde noción de qué está bueno, qué es lo que la gente quiere y qué no. Porque al no tener ese ida y vuelta constante, como sí lo tienen las redes sociales, la televisión un poco sigue en modo automático y sigue creyendo que lo que hace hace dos años funciona hoy en día. Y las cosas cambiaron tanto que si vos no le das a la gente un contenido dinámico, que no aburra ni dos minutos, no lo va a ver.
La pandemia te sorprendió con muchas cosas nuevas; una de ellas ser mamá por primera vez. ¿Cómo llevaste estos meses de confinamiento junto a estas novedades y trabajar desde casa?
La maternidad la vivo súper bien, feliz, la verdad es que me sorprendió mi capacidad de poder congeniar lo laboral con lo personal, tenía mucho miedo de no poder seguir trabajando. Por los miedos que te meten las mismas historias que vas escuchando, pero por suerte Ambar me dio fuerza para seguir haciendo aún más lo que me gusta y lo que no me gusta dejar de hacerlo, porque calculo mucho más mi tiempo y en qué lo invierto. Entonces las cosas que no valen la pena ya no las hago más.
Hoy, con más de 128K de seguidores, sin querer o queriendo del otro lado están todos esos seguidores que te toman como referente. ¿Cómo equilibrás tu influencia en redes sociales? ¿O no lo sentís así?
Con respecto a mis seguidores y mi influencia, bueno, en comparación a otras cuentas relativamente soy una cuenta pequeña, pero a su vez uno pierde dimensión, a veces me olvido que mis historias las miran 50 mil personas o mis posteos los pueden mirar 100 mil personas y eso es una cantidad de gente que creo que nunca en mi vida voy a llegar a conocer y cada una de esas personas tienen sus propios problemas, sus propias interpretaciones sobre lo que yo digo, su sesgo, porque cada persona ve las cosas de manera subjetiva, entonces a veces es muy difícil tratar de decir cosas que no ofendan a nadie o que a todo el mundo le caiga bien, por eso lo primero que tenemos que saber es que no le vamos a caer bien a todo el mundo.
Me pasa mucho con lo político, cada vez que hablo de temas políticos me doy cuenta que siempre generó una grieta, ofendo a alguien pero a su vez hay momentos que quiero tomar ese riesgo, ser audaz y decir lo que pienso sin que me importe. Y sí, en otros momentos trato de recalcular, porque también uno es vulnerable y a veces pueden llegar mensajes muy ofensivos y somos todos humanos, pero sí soy muy consciente en las cosas que digo en cuanto a temas de discriminacion, diversidad etc.; siempre soy muy cuidadosa para no ofender.
Hace poco retomaste el tema sobre tus problemas de alimentación que habías tenido de chica. ¿Creés que contarlo en primera persona ayuda a los demás?
La verdad que dentro de todos los sufrimientos que tuve con la alimentación, lo positivo que puedo rescatar es que mi historia ayudó a un montón de mujeres. Me acuerdo que hace poco estaba caminando por los bosques de Palermo y me crucé una chica que me paró y me dijo que ella vio mi historia y decidió pedir ayuda, porque se había dado cuenta que no estaba bien y que ahora estaba en tratamiento; me emocioné tanto que me puse a llorar, fue como bueno, todo vale la pena. Cada vez que me entero en primera persona que hay alguien que se pudo sentir un poquito mejor o que pudo aliviar un poquito ese malestar que tenía, eso ya es un cumplido enorme y de alguna manera estoy logrando mi objetivo en las redes sociales, que es lograr bienestar.
Las redes sociales y tu forma de comunicar en ellas, claramente está dando sus frutos, a la gente le gusta. Pero… ¿Extrañás la televisión, el estudio, el vivo? ¿Qué beneficios rescatás de cada una?
Con respecto a extrañar la televisión me pasa que creía que la extrañaba hasta que hace poco me invitaron a un programa y bueno, me puse la alarma a las 7 de la mañana, me tuve que maquillar, vestir, preparar y todo y dije ¡wow!, no extraño tanto. Es como que las redes sociales te permiten comunicar constantemente, sin tener que salir de tu casa, sin tener que prepararte mucho y siendo vos misma. Eso es algo que la TV no tiene. Ningún tipo de espontaneidad, es todo muy estructurado, muy armado, y si bien un estudio de televisión tiene una magia que no tiene nada más en el mundo, la verdad que en este momento de maternidad y pandemia estoy aprovechando lo que puedo hacer desde mis propias herramientas, que son las redes sociales.
Habrá momentos para volver a formar un equipo en un programa de televisión, encantada de hacerlo, pero creo que ahora es un momento de enfocarse en las redes sociales que están en su mejor momento.