*Especial, por Flor Gotti (The Lüdwe)
Si observás atentamente, estamos rodeados de rituales: lo que comemos, cómo lo cocinamos, qué color usamos, entre otros. En tanto, la manifestación es uno de estos que nos permiten hablarle directamente a nuestro subconsciente y decirle claramente qué queremos crear en nuestras vidas.
Antes de enfocarnos en lo nuevo, te invito a preguntarte: ¿Qué aprendiste este año? ¿Qué estás listo para dejar ir? Es importante hacer lugar para lo nuevo. Hacer espacio puede tener que ver con despojarte de cosas que ya no usas como ropa o muebles, como también de emociones o situaciones que te están quitando energía o poder (miedos, vínculos tóxicos, apegos).
Así, una vez que hacemos espacio, vamos a definir qué es lo que sí queremos en nuestras vidas. Para manifestar cualquier deseo, sueño o meta, es necesario vibrar en la misma sintonía que ellos. Las emociones son claves, para poder ver en la realidad, aquello que queremos.
Toda emoción tiene una energía y vibración (así como los pensamientos y palabras) Atraemos lo que sí queremos cuando vibramos en emociones como: amor, placer, confianza. También, podemos manifestar bloqueos o escasez cuando vibramos en la desesperación, estrés, urgencia, victimización.
Por eso, es importante reconocer: ¿Desde dónde estás manifestando? ¿Desde la abundancia o desde la escasez?
Es igual de fácil manifestar lo que sí quiero, que lo que no. La diferencia está en las creencias, acerca de: ¿qué crees que es más difícil manifestar?¿sentís que lo mereces o no?
Por suerte, toda creencia puede ser transformada y actualizada de acuerdo a lo que necesitemos crear.
Recuerda que, todo se dará cuando: a) estés listo para sostener eso que deseas, b) creas que lo mereces y c) que hayas hecho el espacio.
¿Te animás a hacer un ejercicio? Te propongo hacer una lista de 12 intenciones de lo que quieres materializar el próximo año. Ejemplos: “ Tengo la intención de comer saludablemente, empezar y sostener un nuevo deporte; darle energía a mi proyecto, lanzar mi marca personal o pasar más tiempo de calidad con mi familia
Por último, para que estas intenciones comiencen a tomar forma, es importante que te preguntes: ¿con qué vas a comprometerte este año 2024?