“Realmente espectacular”, escribió Benjamín Vicuña al compartir en sus redes sociales una fotografía donde se lo ve inmerso en una piscina con agua helada. De esta manera, el actor chileno apostó por la crioterapia a través del método Wim Hof. Este último debe su nombre a un atleta holandés de 64 años al que llaman “el hombre de hielo” y es creador de la iniciativa, la cual se basa en 3 pilares.
“Primero, una técnica de respiración específica en la que se realizan rondas de 30 respiraciones profundas seguidas por una apnea que va desde los 30 segundos a 3 minutos y luego una inspiración profunda de 15 segundos”, explicó Verónica Vieyra, quien es instructora fitness, se dedica a la gestión emocional y lleva adelante el método en Córdoba.
Y sigue: “El segundo y quizás el más conocido es la inmersión en agua fría. Hoy vemos que se usan piletas diseñadas para esto donde se colocan varias bolsas de hielo pero se puede hacer de muchas maneras, río, mar, cualquier lugar donde el agua se sienta muy fría, incluso en la ducha”. Así, señaló que “una temperatura de 8 a 11 grados es suficiente”.
Finalmente, en tercer lugar se ubica el ‘mindset’, una mentalidad que surge de la combinación de los otros 2 y apunta a ‘la resiliencia mental’, es decir, el fortalecimiento de la voluntad y la capacidad para gestionar situaciones de estrés.
Respecto a la frecuencia con que recomienda realizar el método Wim Hof, dijo: “depende de cada uno. Los médicos recomiendan acumular 11 minutos semanales y realizar inmersiones de entre 2 a 6 minutos dependiendo de la temperatura del agua”.
“Sugiero empezar el día con una ducha de 2 minutos bien helada. Si hace mucho frío o cuesta tomar coraje empiezas con la ducha tibia y luego la dejas fría. La clave está en la respiración y ganarle a la mente porque te vas a sentir mejor después de hacerlo”, añadió.
Wim hof, reconocido por los beneficios que implicaría
Acerca de los beneficios de la práctica, Vieyra sostuvo: “Luego de años de estudios científicos se ha demostrado que fortalece el sistema inmune, disminuye los procesos inflamatorios, acelera la recuperación muscular y mejora el sueño, entre otros”.
Asimismo, afirmó que “la hormesis es la clave que vuelve al wim hof tan poderoso”. Se trata de una respuesta adaptativa que entrena las células del cuerpo para enfrentar la tensión.
Por otro lado, remarcó la oxigenación: “el frío produce una vasoconstricción periférica que empuja toda la sangre a órganos y cerebro”. También aseguró que permite quemar grasa, ya que se requieren muchas calorías para regular la temperatura.
Por último, Verónica destacó la liberación de neurotransmisores como adrenalina, dopamina, serotonina que producen una sensación de bienestar, motivación y concentración que dura varias horas. En este marco, celebró: “En pocos segundos se experimentan y desde la primera vez, por lo que no es necesario ninguna experiencia previa”.
Además, aclaró que “en principio, el método puede ser practicado por cualquier persona sana, si se realiza de forma correcta guiada por un instructor”. En tanto, aclaró que no se aconseja a quienes presenten enfermedades crónicas coronarias, síndrome de Raynaud, epilepsia, presión arterial alta y alergia al frío.
“Es importante estar acompañado en aguas abiertas y realizar la respiración en un lugar seguro donde la persona pueda relajarse completamente”, indicó a su vez.
Y cerró: “Toda persona que prueba, lo elige para el resto de su vida por ser una experiencia transformadora y aunque es lindo hacerlo en casa, la vivencia grupal implica otro nivel que vale la pena porque se conecta con personas con las mismas inquietudes de romper la comodidad que nos quita salud”.