Laura Jure nació en la localidad de Oncativo, Córdoba, tiene 40 años y es mamá de Sofía y Lucía. Es contadora, magíster en Política y Gestión de Desarrollo Local. Actualmente es ministra de Promoción del Empleo y de la Economía Familiar de la Provincia de Córdoba y presidenta de la Fundación Banco de Córdoba. Fue secretaria de Equidad y Promoción del Empleo y se desempeñó en el Ministerio de Salud, en el Ministerio de Agua, Ambiente y Energía y en la Legislatura provincial.
¿Cómo ves el rol de la mujer en la sociedad?
En primer lugar, el rol de la mujer dentro de la sociedad es fundamental, un rol que siempre estuvo presente pero que no era visible. La historia marca que la mujer siempre fue fundamental. Que antes la mujer no haya sido visibilizada, no significa que su función no sea trascendental e importante. Hoy estamos dando pasos más grandes y firmes gracias a las mujeres que luchan.
¿Y el rol de la mujer política?
Las mujeres fuimos forjando de a poco nuestro lugar dentro del mundo de la política. Las mujeres trabajaron desde siempre en la política, siempre estuvimos en contacto con aquellas personas que más necesitaban. En todo el esquema de la política, seguramente son muchas más mujeres las que trabajan, lo que pasa es que éramos pocas en los puestos de decisión. Eso ha ido cambiando de la mano de la lucha de muchas mujeres y gracias a la legislación. A veces ponen en duda el porqué hay que establecer cupos de género, pero si no hubiésemos tenido cupos, seguramente hoy no habría tanta mujeres en ámbitos legislativos. Las mujeres no pedimos que nos den lo que no nos merecemos, pedimos igualdad de oportunidades. Todos queremos que se nos valore por nuestros méritos y no por una cuestión de género. Queremos que se nos reconozca por nuestras capacidades y habilidades, pero para eso nos tienen que dar oportunidades.
¿Qué falta trabajar para reforzar la figura de la mujer dentro de la sociedad?
Tenemos que trabajar desde una cuestión cultural, trabajar desde el ámbito familiar, escolar, laboral, académico y en todos los espacios en donde uno tenga la posibilidad. Todos tenemos algo que aportar para que esta situación cambie. Quienes estamos en espacios de toma de decisión, quizás podamos aportar un poco más porque tenemos más posibilidades presupuestarias para acompañar, pero todos y cada uno de los hombres y mujeres, no importa el lugar o puesto en el que estén, tenemos algo para aportar y apoyar el cambio. Todos tenemos que aprender a mirar al otro de la misma manera que queremos que nos miren. Es un trabajo que lleva tiempo pero hay que ir dando pasos hacia adelante. Creo que es un camino de ida, no hay vuelta atrás, quizás con pasos más largos o más cortos, pero es un proceso que no tiene marcha atrás.