Por Renata Palazzi Santisteban
Una de cada cuatro mujeres sufre pérdidas accidentales de orina todos los días. Toser, reír, saltar o correr se convierten en acciones con alto riesgo de escape y el gran responsable de esta situación suele ser el suelo pélvico.
En las mujeres, el suelo pélvico mantiene el útero, la vejiga, el intestino y otros órganos pélvicos en su lugar para que funcionen correctamente. Así, con el paso del tiempo, la debilidad del suelo pélvico puede traer como consecuencia lo que se denomina prolapso o descenso de los órganos pélvicos, lo cual puede estar a su vez asociado con la incontinencia urinaria, muy frecuente entre mujeres que han tenido un parto natural o que han llegado a la menopausia.
La doctora Mónica Ñañez, ginecóloga y especialista en climaterio asegura que “durante el parto normal se puede generar un daño leve, moderado o grave en los músculos del piso pelviano, por eso es necesario realizar una rehabilitación preventiva para que no exista la incontinencia urinaria de esfuerzo posteriormente. Una de cada cuatro mujeres sufre incontinencia de orina de esfuerzo a cualquier edad, no solo en la posmenopausia”.
Entre los primeros 15 a 30 días después del parto, la profesional recomienda realizar ejercicios o tratamiento para evitar llegar al punto de la incontinencia.
Ilustración: fanalpade.com
Para poder entrenar y fortalecer el suelo pélvico se recomienda realizar los ejercicios de Kegel, que consisten en contraer y relajar los músculos que controlan la orina.
Otro de los tratamientos que se están aplicando actualmente son las técnicas regenerativas, como por ejemplo el HIFU (High Intensity Focused Ultrasound). Con esta técnica se focaliza la energía de las ondas de ultrasonido en la capa de la fascia y mucosa que forman el llamado suelo pélvico, mediante calor se busca formar de nuevo colágeno y elastina para tensar la zona y con ello tratar la incontinencia urinaria. La Dra. Ñañez recomienda realizar tres sesiones (una por mes). “Para una incontinencia leve a moderada el HIFU es el tratamiento más potente de todos dentro de las técnicas regenerativas. La sesión dura de 15 a 20 minutos”, explica.
Otra técnica es el láser que regenera el colágeno a través de la luz, produce una autoreparación del organismo regenerando y aumentando la producción de colágeno.
“Hoy tenemos muchas técnicas regenerativas para combatir la incontinencia urinaria. Hay un tratamiento muy novedoso que es la silla de electromagnetismo la cual utiliza tecnología electromagnética focalizada de alta intensidad para estimular en profundidad todos los músculos que forman el suelo pélvico. El objetivo es restaurar el control neuromuscular de los mismos”, explica la profesional.
Sin embargo, cuando hay un prolapso importante de la vejiga, útero o recto suele ser derivado a una cirugía.
“La incontinencia de orina es independiente de la edad de las mujeres, se suele relacionar la incontinencia con la posmenopausia y la realidad es que esto se puede dar en mujer muy jóvenes, por lo que es muy importante la prevención. Hay que combinar los tratamientos con cremas y óvulos con estrógeno”. Actualmente las obras sociales no cubren estos tratamientos y técnicas.
Mónica Ñañez es médica ginecóloga, especialista en climaterio y en endocrinología ginecológica. Jefa de servicio de tocoginecología en el Instituto Oulton, Jefa del departamento de climaterio en el Hospital Universitario de Maternidad y Neonatología y Presidente de la Asociación Argentina de Menopausia y Andropausia: AAMA.