Por Carolina Maldonado / @caromaldonad0
Yanina Batistella es licenciada en Administración de Empresas y líder en el área de Marketing e e-commerce de su empresa familiar: Calzados Batistella. Madre de tres y empresaria full-time, Yani es una mujer alegre y perseverante, que frente a las adversidades que le tocó sobrellevar, le sonríe a la vida y sigue adelante en busca de cumplir nuevos sueños, como mujer y como profesional.
Su fortaleza, resiliencia y superación son algunos de los motivos por los cuales es una de las mujeres homenajeadas.
–Batistella es un apellido renombrado en el mundo del calzado, hoy comandado por la tercera generación. ¿Cómo definís la experiencia de trabajar con tu familia?
–La mejor definición de trabajar en una empresa familiar es que no te vas a aburrir nunca… ¡es un gran desafío! Actualmente estamos atravesando un cambio generacional, somos nueve primos que integramos la tercera generación y estamos haciendo un muy lindo trabajo: conocernos, profesionalizarnos, reestructurar la marca y pensar cuál es el “Batistella” que nosotros soñamos. Estamos trabajando en pos de eso y lo disfruto un montón.
–En toda empresa heredada de generaciones anteriores, la manera de trabajar y de pensar era propia de la época. ¿Cómo fueron tus inicios como mujer en este rubro?
–Siempre sostengo que las empresas familiares son una gran oportunidad para las mujeres empresarias. Conozco a muchas de ellas y la mayoría empezaron trabajando con sus familias. Desde mi experiencia, me dieron la oportunidad de liderar sin detenerse a pensar si era hombre o mujer. Me dieron el lugar por mi capacidad, por demostrar que podía y estoy eternamente agradecida por ello.
–¿Cuál es el punto que une tu personalidad con tu profesión?
–La pandemia me reseteó la forma de vivir, pensar y trabajar. Me gusta seguir mis sueños, siento ambición por ello en todos los aspectos de mi vida y no me conformo: eso sería lo que define mi personalidad. Cuando logro algo, ya busco otro desafío y tener esas metas para seguir avanzando y creciendo es lo que me nutre. Soy muy ordenada, lo que me permite la multiplicidad de roles que tengo como mujer, mamá y profesional.
–Y hablando de eso, ¿cómo llevás la vida de madre y empresaria full-time?
–Me parece que hoy las mujeres no necesitamos hacer un esfuerzo extra para demostrar que podemos. Sí me parece que hay que generar un equilibrio si sos madre y empresaria ,ya que la exigencia es mucha y a eso debemos agregarle las cuestiones que implica ser mujer: estar siempre de punta en blanco, ser exitosas… Creo que esa presión es una deuda pendiente que tenemos. Quizás las generaciones más jóvenes lo manejen de otra manera, más aún si los hombres las acompañan de otra manera, pero hoy aún cuesta organizarse entre la vida laboral y personal. Yo me siento súper cómoda donde estoy y la familia me ha apoyado siempre, así que estoy más que agradecida.
–Si te detenés frente al espejo y ves tu reflejo, ¿qué ves?
–Veo muchas cosas… en el último tiempo he estado muy incómoda con mi reflejo. Hace un año atrás te hubiese dicho que veo a una mujer que todo lo puede, que va para adelante peleando por sus sueños, pero claramente no es la misma que veo hoy. El año pasado me tocó atravesar un cáncer de mamas, lo que significó un gran cambio para mí; se me cayó el pelo, subí de peso y, sobre todo, vi a una mujer enferma. Con el tiempo, aprendí a mirarme de una manera más amorosa, a quererme más, a perdonarme, a no ser tan exigente y a seguir en busca de lo que me hace feliz.
–¿Cuál es la fortaleza que te empuja a seguir adelante?
–Me aferro a mi familia, ellos son mi fortaleza, el castillo que me contiene. Cuando uno pasa por momentos difíciles o momentos en los que siente que no puede más, aparecen esas manos que te sostienen y te levantan. Estar para ellos y ellos para mí, ese es el equilibrio por el cual uno puede seguir adelante ante ciertas adversidades.
–Luego de todo lo vivido y aprendido, ¿qué le aconsejarías a la Yanina del pasado?
–Le aconsejaría que sea más buena consigo, que no sea tan exigente con ella misma. Que sea más feliz y que nunca pierda la fuerza ni el empuje para seguir haciendo las cosas que quiere y que desea. En la vida me ha tocado pasar por situaciones que fueron un quiebre, un antes y un después; la Yanina del pasado jamás se hubiera imaginado que le iba a tocar vivir lo que vivió en los últimos 10 años. El mensaje para mí sería “no te preocupes, que cuando vengan momentos difíciles vas a tener la fortaleza para salir adelante”.
–¿Cuál es tu próxima meta?
–Mi próxima meta es poder encontrar en todo esto el equilibrio, poder disfrutar más de mi maternidad, de mi profesión y de mis hobbies, ya que no me daba tiempo para hacer otras cosas. Estoy en esa búsqueda y me encantaría poder decirte, de acá a un año, estoy centrada y disfrutando de cada una de las cosas que me hacen feliz. Hoy quiero cerrar un lindo año junto a mis hijos que terminan el cole, cerrar los proyectos del trabajo y vacaciones, ¡la vida me sorprenderá, no la pienso planificar!