El menú de cada día muchas veces suscita incógnitas y requiere practicidad, ante la complejidad de la rutina diaria. Así, lo que en verano se resuelve con una ensalada, con las bajas temperaturas puede demandar un poco más de ingenio.
No obstante, “comer rico, sano y calentito sí es posible”, afirmó Valentina Gilardi, Lic. en Nutrición. Y recomendó animarse a “cocinar un poco más”. “No hace falta que sean platos super elaborados”, advirtió además.
En este marco, brindó una serie de recomendaciones:
- Procurar que tanto en almuerzo y cena no falten verduras. Pueden ser crudas, cocidas, salteadas, al vapor, hervidas, al horno, a la parrilla, en forma de tortilla, tartas, cazuelas, etc.
Con los vegetales aseguramos el aporte de vitaminas, minerales, fibra (lo que nos da saciedad a largo plazo) y pocas calorías. - Consumir alguna fuente de proteína (animal o vegetal). Carnes magras, pollo, pescado, huevo, legumbres, tofu, seitán, son algunas opciones. Ya sea en formato milanesa, bife, cubitos, a la parrilla, hervido, salteado, evitando las frituras.
- Agregar alguna fuente de carbohidratos. Las opciones son pasta seca (si es integral o de legumbres mejor), arroz integral, quinoa, trigo burgol, etc.
Ideas de platos completos para la alimentación en invierno:
Cazuela de lentejas, pasta integral con salsa de vegetales y carne magra o soja texturizada, tarta de pollo y vegetales, sopa crema casera de arvejas y vegetales, arroz integral con cúrcuma y salteado de verduras más cubitos de pollo o tofu, zapallito relleno con carne molida/soja texturizada y puré de boniato.