Cada año, octubre adquiere tonalidad rosa y pone sobre la mesa la concientización sobre el cáncer de mama. La enfermedad se trata de la “principal causa de muerte por cáncer entre las mujeres en los países desarrollados y en la mayoría de aquellos en vías de desarrollo” –expuso la Dra. María Cecilia Contos (MP: 32185)-.
Mientras que, sobre Argentina, amplió: “Se detectan más de 21.000 casos y 6.000 decesos por año”. Además, aseguró que, a nivel nacional, cerca del 30% de las pacientes se entera en estadios avanzados.
Por lo tanto, a lo largo del mes, se despliegan diversas campañas con el objetivo de sensibilizar acerca de la importancia de enfrentar a la patología, procurando la prevención primaria y secundaria.
La primera, “implica la reducción de riesgo y dentro de las estrategias se encuentran mantener un peso adecuado, hacer ejercicio con regularidad, limitar el consumo de alcohol y tabaco, -explicó Contos-, tener una dieta variada y promover la lactancia materna”.
La segunda, por su lado, supone la vigilancia. “Consiste en encontrar tempranamente lesiones pequeñas, idealmente antes de que se palpen”, detalló la profesional.
En este marco, se recomienda la revisión con especialistas, que consta de un examen físico y el pedido de estudios de imágenes, como la Mamografía Digital con Tomosíntesis (3D), la Ecografía y la Resonancia Mamaria.
Estos últimos se determinarán de forma personalizada, en función de la edad, antecedentes familiares y densidad mamaria, entre otros. Sin embargo, en nuestro país, el Consenso Intersociedades sugiere:
- Autoexamen mamario mensual: a partir de los 20 años.
- Examen clínico anualmente: a partir de los 30 años.
- Mamografía: de base a los 35 años y luego anual a partir de los 40 años. En pacientes con riesgo aumentado, a partir de los 35 años o 10 años antes de la edad en que fue diagnosticado el pariente cercano.
Así, es posible acceder a un tratamiento “oportuno, multidisciplinario y mínimamente invasivo” –indicó Contos-. Y remarcó: ”Si bien es la mamografía es el único método que ha demostrado reducir la mortalidad, no todas las mujeres se benefician de igual manera con el screening mamográfico, ya que la sensibilidad disminuye a medida que aumenta la densidad mamaria y ahí será necesario realizar una ecografía mamaria complementaria”.
Inspección manual
Mensualmente, frente al espejo, se invita a observar los senos, atendiendo a su contorno, tamaño, simetría y aspecto de la piel, para identificar anomalías. Posteriormente, expertos aconsejan levantar los brazos y analizar si existen diferencias entre ambas mamas.
Por último, deben palparse, de arriba abajo y de lado, a lado. Es decir, desde el hueso de la clavícula, hasta la parte alta del abdomen y, luego, desde la axila hasta el escote.
Acerca de la autoexploración, Contos consideró: “Es muy importante que la mujer aprenda a conocerse y de esta manera notar síntomas”. Y en cuanto a los signos más frecuentes, nombró: “engrosamiento y enrojecimiento de la piel, cambio en la forma o tamaño de la mama, inflamación completa o parcial, retracciones en la piel o el pezón, eccema en el pezón y secreción sanguinolenta por el pezón”.
Y subrayó: “Las lesiones palpables suelen tener al menos 1 centímetro de diámetro, lo cual significa que la enfermedad no se encuentra en sus estadios iniciales, por lo que, no es el autoexamen el diagnóstico precoz por excelencia, sino que puede ser útil como control individual de rutina durante el periodo que transcurre entre una visita al mastólogo y la siguiente”.
Multicausalidad y factores de riesgo
Para concluir, Contos profundizó en los orígenes de la enfermedad y advirtió que “no hay una sola razón que la provoque”. Primeramente, aclaró que “es genética, compleja y heterogénea”. “Herencia, ambiente y hábitos de vida interaccionan en un espectro continuo”, sostuvo.
De este modo, aunque la historia familiar tiene un peso significativo, el cáncer de mama donde no se puede encontrar la causa (esporádico), es el más frecuente, “presentándose en el 70% de los casos” –afirmó la Dra-.
En tanto, el 15-30% corresponde a cáncer de mama familiar (uno o más parientes de primer o segundo grado) y un 5-10% es hereditario, es decir que, es transmitido entre generaciones con un patrón autosómico dominante.
Finalmente, María Cecilia expuso que “el 25-40% de los cánceres de mama en mujeres menores de 40 años están relacionados con factores genéticos”.
-
Programa Provincial Córdoba Rosa: Conocé las actividades pautadas para el mes desde el Gobierno de Córdoba.