María Cherñajovsky –María Cher– es quien pensó, creó y desarrolló una de las firmas de indumentaria femenina más prolíficas de Argentina. Con decenas de locales en todo el país y ventas al exterior, la marca CHER lleva casi dos décadas en el mercado sosteniendo un espíritu rebelde. Es diseño de autor, pero también es moda masiva… de ese y otros temas hablamos con María quien estuvo presente en Córdoba para cerrar la presentación de temporada de Patio Olmos Shopping.
María Cher no parece preocuparse demasiado por la mirada externa, ni se asume “influenciable” por las voluntades ajenas. Soñaba con ser actriz, pero se formó en diseño y fotografía en Londres, donde se enamoró de una estética que sostiene hasta el día de hoy.
¿Alguien te influenció para dedicarte a la moda?
No hubo una persona sino más bien una historia de vida atravesada por el arte. Soy amante de las diferentes disciplinas que trabajan en lo estético como el diseño, la arquitectura, el arte y la moda.
¿Y eso data de tu niñez?
Mi padre es coleccionista y me la pasaba en museos cuando era chica. Creo que hay un sentido estético despierto desde ese lugar. Desde jovencita me quise diferenciar y así busqué nuevas formas, colores y más. Pero ojo, en la música también encontré sustento para todo eso.
¿Qué tipo de música?
Desde siempre escucho rock y eso me ha influenciado. La música inglesa fue clave en mi vida. Los Beatles en clásicos y David Bowie como estilo excéntrico.
¿Fue una decisión hacer ropa cómoda además de linda?
Fue algo que surgió tras ser usuaria de mi propia ropa. Hago cosas que me gustan y para eso la comodidad es innegociable.
¿Siempre supiste que te iba a ir bien?
No, ni idea. No fue todo tan premeditado. Tenía 26 años y un cierto recorrido profesional en otras áreas. Abrí un local en Buenos Aires en el que hacía todo junto a una amiga (diseñaba, iba al banco, vendía y más).
¿Qué pasó cuando CHER explotó?
Hasta el día de hoy me alegro y sorprendo cuando veo ropa o bolsas de CHER. Me encanta. Me sigo sorprendiendo de todo lo que hemos generado. Igualmente entiendo que hemos trabajado mucho junto a mi esposo para crecer como marca.
¿Te arrepentís de algo?
Para nada. Creo que manejé bastante bien el equilibrio, pero no por eso olvido que he trabajado mucho.
¿Te tentaron para sumarte a algún partido político?
Un montón de veces.
¿Y te vas a animar?
No. En este contexto no haría política partidaria, pero me apasiona sentir que se pueden transformar cosas a gran escala.
¿Cuál es tu fantasía o hacia dónde te proyectas como marca?
Me encantaría vestir a muchas personas más. Mi fantasía es salir a la calle y ver a todas las mujeres usando mis prendas (risas).