*Especial, por Viki Baghini, nutricionista
Funcionamos acorde al día y la noche, por eso cuando baja el sol viene el cansancio y deseo de dormir, lo cual tiene relación con el ritmo circadiano.
Este trata de los cambios físicos, mentales y conductuales (como sentir o no hambre) que ocurre en un ciclo de 24 horas, o sea en todo un día en cualquier ser vivo. Los mismos responden a factores externos como la luz y la oscuridad, por ejemplo el dormir de noche y estar activos de día.
De esta manera, existe una coordinación por una parte del cerebro que se llama núcleo supraquiasmático y es lo que se conoce como el reloj principal que coordina todo reloj biológico que presentamos y cuya información viene directo de los ojos (por lo tanto, hoy se ve mucho lo que es evitar la luz azul de noche, o exceso de pantallas porque alteramos este reloj principal y así se desencadena una seguidilla de alteraciones en el cuerpo dormir mal o no bajar de peso).
Así, el ciclo circadiano tiene relación directa con nuestros hábitos y viceversa, ya que este influye en funciones de nuestro cuerpo. Entonces ¿por qué es importante todo esto? Porque si escuchamos nuestro cuerpo y respetamos este ritmo que cada uno tiene, vamos a lograr muchos objetivos que a veces nos proponemos pero que no entendemos por qué no lo logramos, como una digestión más óptima, descanso reparador, aumento de masa muscular o bien descenso de masa grasa, entre otros.
Además, permitimos que el cuerpo produzca sustancias que durante el día nos den ánimo y energía sin depender de estimulantes externos como el café, mate, panificados o azúcares; obteniendo además un descanso profundo, para regenerar el cuerpo.
De la mano
Existen dos sustancias en nuestro cuerpo que se llaman MELATONINA Y SEROTONINA, que ambas actúan en sinergia, es decir. si una no está presente, la otra tampoco lo estará en menor cantidad.
La serotonina se “activa” por así decirlo o funciona durante el día, si está presente, va a ser la que nos de ánimo durante el dia, sensación de bienestar, nos sentimos al 100%. Esta se produce un 90% en el intestino, gracias a una microbiota intestinal equilibrada y el otro porcentaje se produce en el cerebro.
Por otro lado, la melatonina se activa a la noche cuando dormimos, se la conoce como el antioxidante nocturno por excelencia. Ya que pone en marcha, por ejemplo, a la hormona de crecimiento para que active la testosterona y repare la masa muscular que desgastamos en el gimnasio ese día. Asimismo, nos reinicia y desintoxica.
Su punto máximo de acción es entre las 23 a 3 am, en el sueño profundo. Con lo cual si nos dormimos demasiado tarde, todos los días, no estamos reparando esos tejidos ni logrando un descanso reparador.
Y acá viene la relación: Lo que sucede es que si nuestra microbiota no está equilibrada, por falta de una alimentación saludable y variada para todas las bacterias del intestino, la serotonina no se puede producir en cantidad suficiente y al no estar presente, tampoco se logrará la producción de melatonina. y ahí surge la falta de un buen descanso.
Cuando dormimos mal está comprobado que al otro día nuestras elecciones alimentarias no son saludables, por lo que vamos desear mayor cantidad de panificados o azúcares, además de mayor necesidad de café o estimulantes que nos activen durante el día.
Esto nos lleva a que con el tiempo luego, entremos en un circulo vicioso negativo, donde no sepamos si es por los hábitos alimentarios o de descanso que no dormimos bien o que nos sentimos agotados.
¿Cómo hago para revertir todo esto? primero hay que volver a las bases y escuchar más al cuerpo, para ver si estoy cansado o no, y si duermo mal al otro dia no comenzar el dia con un desayuno que me genere un pico de azúcar en sangre porque voy a tender a picotear todo el dia, o comer cada 2 horas o elegir opciones no saludables por los bajones de azúcar que va a tener tu sangre.