Sephora es una cadena de cosméticos fundada en Francia que, actualmente, cuenta con más de 750 tiendas países como México, Brasil, Estados Unidos, entre otros. Estas, últimamente, se han visto llenas de menores de 15 años que, tras visitar los locales, suben contenido a plataformas como tiktok narrando su experiencia y mostrando los productos adquiridos. En este marco, se viralizó el hashtag ‘Sephora Kids’ para bautizar, globalmente, a las niñas y adolescentes que desde temprana edad comienzan con rutinas de skincare y maquillaje sin considerar las consecuencias.
Argentina no queda exenta de la situación. En Córdoba, puntualmente, la Dra. Laura Abbura, Médica, esp. en Pediatría y en Dermatología, comentó que, a diario recibe consultas por esta temática y atribuyó la razón a las redes sociales.
“El consumo de estas a temprana edad ha llevado al uso y mal uso de productos cosméticos”, aseveró. También apuntó a los influencers que “intentan imponer productos, de la mano de la industria”
Además, destacó: “a mi entender hay, a su vez, muchos mini influencers que son niños que quieren enseñar a otros rutinas de skincare y maquillaje, lo que lleva a utilizar mascarillas como parte de rituales entre amigas o a cumples de spa”.
Así, la cosmeticorexia, entendida como “el carácter obsesivo de cuidado de la piel y uso de makeup” toma fuerza en las infancias y se expuso a partir de lo ocurrido con Sephora.

Negocio de riesgo
Según un informe de Allied Market Research, el mercado de la cosmética se proyecta en 864.200 millones de dólares para 2037, aunque se advierte que “un aumento en la conciencia sobre los probables efectos secundarios de los cosméticos y los problemas de la piel entre los clientes es un factor importante que limita el crecimiento”.
De esta manera, se ponen sobre la mesa los riesgos ante el hábito de emplear constantemente cremas y sérums, por ejemplo. En los niños y niñas, se incrementa la amenaza, ya que “pueden generar irritación, inflamación y reacciones alergicas con manchas residuales y hasta cicatrices” -explicó Abburra-.
“Si bien algunos niños y adolescentes necesitan de cuidados por cuestiones particulares, incluso desde el nacimiento por presentar pieles reactivas, atópicas o rosácea, la mayoría debería empezar en la pubertad con la aparición del acné y cambios a fines del estímulo hormonal”, añadió.
Por lo tanto, dijo que los pasos básicos para iniciar -en el momento oportuno- son la limpieza, la hidratación y protección. Al respecto, amplió: “De ninguna forma es necesario usar cremas antiedad ni retinol. Hay que entender que cada rutina es personalizada, no podemos copiar y pegar. Es importante consultar a un dermatólogo para hacer las cosas bien y no gastar innecesariamente”.
Finalmente, instó a “defender la infancia y atesorarla para no quemar etapas e ir paso a paso”.