La versión moderna de Alicia en el país de las Maravillas, titulada Alicia en el país de las Pesadillas sigue al personaje protagónico clásico, quien tras la trágica muerte de sus padres, va a vivir con su tía a Wonderland. Allí, comenzará a ver figuras extrañas que la conducirán hacia un lugar oscuro habitado por pesadillas y criaturas terroríficas, donde la realidad se mezcla con la ficción.
La recurrencia a lo onírico y la estética surrealista pueden ser un fuerte de la cinta, que sin embargo redondea sus 77 minutos de extensión con parsimonia y sin demasiada acción.
Dirigida por el británico Richard John Taylor, la reversión del clásico literario victoriano estrenado esta semana entró en la nueva tendencia de películas que libremente adecuan obras sin derecho de autor y las vuelcan hacia el mundo del terror, como Winnie the Pooh: Miel y sangre (2023) y su próxima secuela a estrenarse en febrero y Mickey’s Mouse Trap, que debutará en marzo, además de historias infantiles pero que sí transitan el género, como Gretel & Hansel (2020) y Caperucita roja (2011) de los hermanos Grimm.