*Especial, por Victoria Marín
Podemos llamarlo de diferentes maneras: guardarropa, vestidor, placard, armario o closet, pero lo cierto es que sin importar cómo lo llamemos podemos decir que es un gran cofre en el que guardamos algunos tesoros. Se congregan ropa, zapatos, carteras, accesorios y muchas cosas más. Así, sucede la magia, aunque muchas veces encontrar lo que queremos también puede ser una misión imposible.
En este marco, seguramente alguna vez escuchaste la frase: “Dime cómo es tu guardarropas y te diré quién eres”. La misma es 100% real.
Un guardarropa atestado de cosas no sirve de nada si constantemente es un problema a la hora de utilizarlo. Tampoco sirve uno con menor cantidad de prendas, pero desordenado, en el que tengas que revolver todo para encontrar lo que buscás.
Hoy te cuento lo que necesitas saber para que disfrutes del arte de vestirte sin importar cual sea la ocasión
Paso 1 – Limpieza: Sacá todo lo que hay en tu armario. Limpiá estantes, cajones, piso y paredes. Un placard limpio proporciona bienestar cada vez que lo abras para vestirte.
Paso 2 – Clasificación: Analizá cada prenda y decidí con cuáles te quedas y de cuáles te despides.
Solo debes conservar las prendas que te identifican, representan y te hacen sentir bien de acuerdo a tus gustos, talla, estilo de vida, actividades que realizas, lugares que frecuentas y personalidad. Todo lo demás debe irse (regalá, vendé, intercambiá) porque no es funcional.
Paso 3 – Organización: Creá cuatro grupos
1 – Grupo “Si”: Prendas en buen estado, talla correcta, que te gustan y te identifican.
2 – Grupo “No”: Prendas que están en mal estado, no te gustan, no son tu talla, no tienen tu estilo, no son funcionales, hace años que no usas. No conserves nada que no tenga una circulación dentro del guardarropa.
3 – Grupo “Reparar”: Prendas que necesitan reparaciones, alteraciones o intervenciones (Podés reinventar algunas prendas para darles una segunda oportunidad). Es recomendables que queden fuera hasta que estén en condiciones de usarse nuevamente. De lo contrario deben ir al grupo “No”.
4 – Grupo “Tal vez”: Prendas que no sabes cómo, cuándo, con qué usar. Este grupo es muy interesante, me gusta decirle “Inside Shopping” (Ir de compras en tu propio guardarropas). Este grupo será cómplice del Grupo “Si”. Dejá las suposiciones a un lado y creá looks con ambos grupos, combiná todo con todo de acuerdo a tus gustos. Pensá en este proceso como algo lúdico y divertite. Lo que definitivamente no te convenza colócalo en el grupo “No” y tu “nueva compra” en el Grupo “Sí”. Podes dejar registro con fotos para no olvidarte.
Paso 4 – Guardado:
- Guardá las prendas por categoría y funcionalidad.
Ejemplo 1: Trabajo – casual – noche – ocasiones especiales.
Ejemplo 2: Tipología de prenda (Pantalones, faldas, remeras, camisas, vestidos, etc.)
- Evitá las perchas de alambre, ya que pueden deformar y deteriorar las prendas. Colgarlas y doblarlas adecuadamente nos garantiza el buen estado de las mismas. No cuelgues más de una prenda por percha, lo que está escondido se olvida.
- Cuando dobles tu ropa hacelo con cuidado y dedicación. Recordá que es parte de tu estilo de vida. Una buena alternativa de guardado con prendas dobladas es lo que le llamamos el “Sistema Archivo”, que te permite ver todo lo que hay en el cajón o contenedor de manera simple. Debes poder ver y tener fácil acceso a todo lo que haya en el vestidor para que puedas sacar el mayor provecho a tus prendas y lucirlas.
Pensá que tu guardarropas es un lenguaje y todo lo que está adentro son palabras. Cuidá los elementos que arman cada una de tus oraciones para que puedas comunicarte como realmente deseas, enviar el mensaje correcto y además de sacar lo mejor de vos.
