¿Siempre decís ‘El lunes arranco el GYM‘? ¿Todas las semanas prometes comenzar a comer sano? Te compartimos cinco actitudes que te motivarán para arrancar de a poco con tu vida fitness.
Programá tus comidas
Es recomendable preparar la comida con anticipación. Una alternativa es que prepares la comida de hoy el día anterior. Esto nos asegurará evitar comer cualquier cosa o saltar comidas y así lograr nuestras metas.
La silla de oficina no es la única opción
Especialistas recomiendan tener cuidado con estar sentada durante muchas horas al día. El hecho que trabajes en una oficina no significa que no puedes mantenerte activa. Por ejemplo, simplemente podés permanecer de pie frente a tu escritorio mientras hablas por teléfono, tener reuniones caminando o hasta usar las escaleras en lugar del ascensor.
Caminá después del almuerzo
¿Sentís sueño después de tu almuerzo y tenés que continuar con el trabajo? Para evitar ese bajón de energía por la tarde y poder concentrarte, salí a caminar después de almorzar. Está comprobado que los paseos durante la hora del almuerzo pueden levantar el ánimo y la capacidad de las personas de controlar el estrés laboral.
Ser constante para entrenar
Lo más importante a la hora de ejercitarse es ser constante y prestar atención a las señales del cuerpo. Se recomienda realizar mínimo de ejercicio 3 horas a la semana y con un mínimo de 30 minutos por sesión. A medida que el cuerpo va ganando resistencia lo ideal es alcanzar rutinas de 40 minutos diarias, al menos 5 veces en la semana.
Ejercitar todo el cuerpo
Otra clave para el entrenamiento fitness es ejercitar todo el cuerpo y no priorizar sólo algunas partes. Se recomienda que el 90-95% del ejercicio sea aeróbico ligero y medio, y el otro 10-5% sea dedicado a ejercicios de alta intensidad. Además es importante prestar atención al fortalecimiento de los abdominales durante todas las rutinas. Es fundamental calentar y estirar adecuadamente antes y después de cada sesión para procurar la flexibilidad articular.